
Iberdrola ha presentado este miércoles en Londres su nuevo plan estratégico con motivo del Capital Markets Day (día del inversor) de la compañía. La eléctrica ha anunciado que en el periodo 2025-2028 acelerará sus inversiones brutas hasta los 58.000 millones de euros, un 30 por ciento más que en el periodo 2021-2024, y que dos tercios de esas inversiones irán a Estados Unidos y Reino Unido.
En el encuentro con analistas, el presidente, Ignacio Sánchez Galán, y el consejero delegado, Pedro Azagra, han detallado los planes de inversión de la compañía, sus principales destinatarios (Reino Unido y EEUU absorberán el 65% de esa inversión y España, un 15%) y las expectativas de futuro.
Para la península ibérica, la compañía prevé inversiones de 9.000 millones, de los cuales 5.000 irán a generación y clientes y 4.000 a redes de distribución. Sin embargo, sobre esta cifra Azagra ha hecho una salvedad: la inversión en España, ha señalado, "podría variar más o menos en 1.000 millones en función de las condiciones finales aprobadas" por el regulador, en alusión a la CNMC y su propuesta de una retribución del 6,46% para el periodo 2026-2031, lo que supone una subida de un punto respecto al periodo anterior pero que el sector ve insuficiente y alejada de otros socios europeos. Unas semanas después de que en medio de este debate se destapase la saturación de la red eléctrica frente a una demanda creciente de conexiones, Azagra ha avisado de que las inversiones dependen "de las medidas regulatorias que se adopten" y ha señalado cómo España representa "una pequeña parte" del negocio de la compañía en comparación con otros operadores.
El cierre de Almaraz
En cuanto a la generación, para 2028 Iberdrola estima 32.300 MW de potencia instalada en España, 0,5 GW más que en 2024. Las cifras incluyen las inversiones previstas en renovables pero también el planificado cierre de la central nuclear de Almaraz, de la que es dueña Iberdrola al 50 por ciento. La compañía especifica que contempla en este marco "la reducción de 1500 MW" de potencia en España, de los que Almaraz suponen 550 MW, asumiendo así el apagado del reactor I en noviembre de 2027 y el reactor II en octubre de 2028 como "principal hipótesis".
A preguntas de los analistas, Azagra y Sánchez Galán han ensalzado en varias ocasiones la energía nuclear señalando que la apuesta adecuada sería no las nuevas plantas sino el alargamiento "de la vida de las centrales existentes" como están haciendo muchos países, "con un coste adicional pequeño", para seguir "produciendo de forma competitiva". Sobre el impacto del cierre de Almaraz y el aumento de la demanda eléctrica, han señalado cómo esos 500 MW son "irrelevantes respecto a la potencia total" de la empresa en el país. Pocos días antes, el otro gran propietario de Almaraz, Endesa, también ensalzaba la energía nuclear sin avanzar si había algún movimiento nuevo que pudiera evitar el cierre. En un desayuno informativo, José Bogas agradeció al Gobierno su "disposición a dialogar" pero señaló cómo existen "líneas rojas" (en alusión a los impuestos) y cómo la situación no depende tanto de sus deseos "sino de la política energética española". "Depende de todos. Hemos hecho una reflexión seria", dijo Bogas, afirmando que él era "optimista" en este asunto.
España y la regulación
En cuanto al plan de inversiones de Iberdrola y el peso de España, Sánchez Galán señaló cómo existen otros países "donde podemos llevar nuestro dinero con mejores retornos" pero aun así están "planificados 8.000 millones en los próximos cuatro o cinco años". Destacó cómo España "es importante para nosotros" pero también la empresa es "importante" para España, apuntando al respecto que es la compañía industrial "más grande que más impuestos paga". Insistió en el mensaje al regulador sobre la retribución en redes: "Queremos ayudar, pero hay que ser realistas. Si el regulador no está en línea con la política del Gobierno, tienen que resolverlo".
Las cifras del plan estratégico
En el plan presentado a los inversores, la compañía destaca la transformación del "perfil de Iberdrola" para centrarse en Reino Unido y EEUU, con el objetivo de "impulsar el crecimiento con más estabilidad, predictibilidad, rentabilidad y seguridad". Reino Unido será el principal destino de inversión (20.000 millones), seguido de los Estados Unidos (16.000 millones), la Península Ibérica (9.000 millones), Brasil (7.000 millones) y otros países de la UE y Australia (5.000 millones).
De la cifra de 58.000 millones, 37.000 se invertirán en redes eléctricas y 21.000 millones en renovables y clientes. Un 38 % se dedicará a eólica marina, un 24 % a eólica terrestre, un 10 % a solar fotovoltaica y el 10 % a almacenamiento.
Estiman un beneficio neto ajustado de 7.600 millones en 2028 y una remuneración al accionista que "seguirá creciendo en línea con los resultados", de "cerca de 20.000 millones" en este periodo: "Se destinará a dividendos entre el 65 % y el 75 % del beneficio por acción, con un mínimo de 0,64 euros por acción".

