
A dos años del apagado del primer reactor de Almaraz no hay cambios en la posición del Gobierno y los preparativos para el cierre siguen adelante: este mes los propietarios, según fuentes de la central, presentarán al Consejo de Seguridad Nuclear la documentación para el cese de explotación del reactor 1 en medio de un clamor cada vez mayor de los trabajadores con el apoyo de representantes de toda la sociedad.
Mientras, nuevas informaciones apuntan que la cerrazón del Ejecutivo a una prórroga no se refiere a todas las centrales españolas: el diario ABC publica este martes que la "excepción nuclear" para Cataluña que ya pusieron sobre la mesa los separatistas estaría ya pactada y que la prórroga para Ascó y Vandellós se abordará una vez se apague la central extremeña, en otoño de 2027 y 2028. Según el diario de Vocento, en las negociaciones están el partido de Carles Puigdemont y también ERC. Junts ha venido siendo muy crítico con la política nuclear del Gobierno mientras que los republicanos también han expresado sus reparos, centrados en la catástrofe económica que supondría para las comarcas donde se levantan.
Aunque Extremadura será la primera afectada, el plan de cierre no es ajeno al resto de regiones nucleares y aunque en menor medida, empresarios y sindicatos han alzado la voz tanto en la Comunidad Valenciana como en Cataluña, donde el apagón provocaría una situación insostenible: los tres reactores catalanes, Vandellós y Ascó, que deberán cerrar entre 2030 y 2035, proporcionan el 60% de la electricidad que se consume en la región, donde la eólica supone solo un 7 por ciento del mix y la fotovoltaica un 4,5 por ciento.
En este contexto, el partido de Puigdemont habría presionado con éxito para una prórroga para ambas centrales al margen de lo que ocurra con el resto de las españolas. Dice el diario que el propio Salvador Illa estaría de acuerdo con esta tesis.
La posibilidad de este acuerdo ha indignado en Extremadura, con su presidenta a la cabeza. En las redes sociales, María Guardiola, que acaba de anunciar una rebaja fiscal para Almaraz en un intento de atender la principal reclamación de las empresas, ha lamentado que "mientras se estudia la prórroga de la vida útil de las nucleares en Cataluña, Almaraz sigue sentenciada al cierre".
Mientras se estudia la prórroga de la vida útil de las nucleares en Cataluña, Almaraz sigue sentenciada al cierre. Una discriminación territorial por los intereses políticos y de supervivencia de Sánchez.
Almaraz no se toca. Extremadura no se vende.https://t.co/mEQhLsmeAO
— María Guardiola (@MGuardiolaM) October 14, 2025
"Una discriminación territorial por los intereses políticos y de supervivencia de Sánchez. Almaraz no se toca. Extremadura no se vende", señala la presidenta regional.
"Un gran escándalo"
También han reaccionado con indignación en la plataforma Sí a Almaraz, sí al futuro, que agrupa a trabajadores, alcaldes y múltiples asociaciones y empresas de la zona. En declaraciones a LD, señalan que están "convencidos de que España no se puede permitir el lujo de cerrar Almaraz y mantener otras centrales. Esa simple idea nos pone los pelos de punta en Extremadura".
"Una decisión así provocaría un gran escándalo en Europa, que camina claramente en sentido contrario, y tendría unos efectos nefastos para la economía, la industria y los vecinos y los pueblos de la zona. Pero no solo de Extremadura, sería un fiasco para toda España", señalan recordando que se trata de una industria que "genera el 7 por ciento de toda la electricidad de España y el 15 en otras comunidades como la de Madrid". "tendría malísimas consecuencias en la economía y la industria y, lo que es peor, en el precio de la electricidad para los ciudadanos", insisten.
"No nos pueden usar como conejillos de indias"
Desde la plataforma reiteran el llamamiento al diálogo entre Gobierno y empresas que ya hicieron en un acto público hace unos días: "Que la ministra se siente con las propietarias, para evitar una decisión que traería consecuencias catastróficas para el entorno local, para la comunidad extremeña y para España".
"No buscamos enfrentamientos. Lo que pedimos para Almaraz es coherencia con las decisiones que se están adoptando en Europa, pero también con el principio de igualdad territorial. No puede haber territorios de primera y de segunda en política energética. No nos pueden usar como conejillos de indias. En una región que lleva décadas luchando contra la despoblación y la falta de oportunidades, la continuidad de Almaraz es una cuestión de justicia económica y social. De equilibrio territorial, de no dejar Extremadura, una vez más, de lado", denuncian.

