
Una de las leyes más importantes que tiene que aprobar un gobierno, o quizás la ley más importante, es la que tiene que ver con los Presupuestos Generales del Estado (PGE). En ella se detalla el plan de acción social que el Ejecutivo llevará a cabo a lo largo del año y se determina la política que el Gobierno aplicará en la mayoría de los ámbitos.
A tan solo unos días de acabar el año 2025, se da por hecho que el Gobierno de Pedro Sánchez no presentará los PGE que corresponden al año 2026, de manera que se prorrogarán (hasta que se aprueben unos nuevos) los presupuestos generales que están vigentes desde el año 2023. Así pues, los presupuestos de María Jesús Montero superarán en vigencia a los aprobados por el antiguo ministro de Hacienda del Partido Popular, Cristóbal Montoro, que llegaron a prorrogarse hasta dos años bajo el gobierno del PSOE.
El gasto público crece a pesar de todo
No obstante, aunque el Gobierno de Pedro Sánchez no haya podido aprobar unos nuevos PGE, eso no le ha evitado seguir ampliando el gasto público en los últimos años, además de forma considerable. Esto ha podido hacerlo el Ejecutivo gracias a las herramientas de flexibilidad interna de la propia Hacienda. Además, se han producido otros ajustes más inesperados en los últimos años, como el aumento de presupuesto para Defensa, tal y como demanda el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
A pesar de que hasta el año que viene no podremos conocer el dato total en cuanto a las modificaciones presupuestarias ejecutadas a lo largo del año, sí que podemos obtener el dato que alcanza hasta el mes de noviembre. Para ello debemos acudir a la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE).
Como podemos ver en este documento, en las modificaciones se incluyen "ampliaciones de crédito" por 45.098 millones de euros; "créditos generados por ingresos" por 19.390 millones de euros; "incorporación de remanentes de crédito" por 9.873 millones de euros; "suplementos de crédito" por 9.393 millones de euros y "créditos extraordinarios" por 5.294 millones de euros.
Más de 75.400 millones de gasto neto
En conjunto, vemos que se habrían añadido unos 89.048 millones de euros al gasto presupuestario previsto de forma inicial, aunque habría que restarle a esta cifra unos 13.630 millones de euros correspondientes a "partidas dadas de baja por su anulación o rectificación", lo que nos deja un incremento neto de 75.418 millones de euros a los presupuestos.
Esto ha permitido, por ejemplo, que el Ministerio de Defensa reciba unos 6.335 millones de euros en transferencias de crédito este año. Por su parte, la partida de deuda pública ha recibido 28.502 millones de euros para hacer frente a sus obligaciones, mientras que la Seguridad Social ha recibido unos 7.500 millones de euros en transferencias y 8.600 millones de euros en créditos extra para pagar pensiones, sin incluir aquí los más de 3.000 millones de euros en ampliaciones de crédito destinados a las Clases Pasivas.
Así pues, el Gobierno de Pedro Sánchez ha podido seguir incrementando el gasto público a pesar de que no ha sido capaz de sacar adelante los PGE. Algo llamativo de su mandato al frente del Gobierno de España es que, de los siete años en los que lleva siendo presidente del Gobierno, tan solo ha sido capaz de sacar adelante los PGE tres veces, algo anómalo desde que hay democracia y que nos habla de la gran inestabilidad por la que pasará a la historia su legislatura.


