A la presidenta de la Comunidad de Madrid la carta de Pedro Sánchez le pilló en Valladolid, donde mantuvo este miércoles un encuentro con el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, previo a su participación, ya este jueves, en el 15º Foro Económico organizado por El Norte de Castilla. "Al principio pensé que llevaba truco, como todo lo que hace el presidente del Gobierno", reconoció Isabel Díaz Ayuso. "Empecé por el desconcierto, estupor y mucha preocupación", fueron sus primeras sensaciones. "Ahora ya nos vamos preparando para la performance del lunes".
Tras unas horas de reposo, su análisis es demoledor. "¿Saben realmente lo que está pasando aquí? Que Sánchez se encierra 5 días para ver cómo triturar a los jueces, a la oposición y la prensa independiente a partir del lunes", expuso Ayuso.
Para la presidenta madrileña, este es el objetivo último de la misiva del presidente, y en la diana colocó, muy especialmente, el sistema judicial. "Ayer, cuando creíamos que no cabía mayor indignidad, Sánchez nos comunica por carta que se escaquea del control dejando a España sin agenda, buscando su propia impunidad. Quien hace dos días buscaba protagonismo jugando a ser estadista, con desaires a Israel, a los Estados Unidos, y solo ha conseguido que lo alabasen Hamas o el Grupo de Puebla, se descuelga con una carta que nos deja en el desgobierno total, dispuesto a enfrentar a los españoles para escapar de sus responsabilidades, sin dar una sola explicación y poniendo en la diana a la propia Justicia".
No fue la única referencia de Ayuso a la magistratura. "Ni una explicación, ni una pregunta que haya admitido en una rueda de prensa abierta, todo convertido en una supuesta conspiración para la deslegitimación de los jueces y se atreve a decir en el Congreso aquello de: ‘Sigo creyendo en la justicia’, para luego escribir esa sarta de acusaciones encubiertas en su carta".
La presidenta calificó la misiva de "impresentable", de "infame", "impropia de las democracias más avanzadas del mundo" y que supone "un chantaje emocional a su gente". Una carta que se mueve entre el "sentimentalismo y el chavismo" pues "nos sume en una especie de vacío de poder; en un estado de paralegalidad, en el que puedan hacer lo que quieran. Dimita o no". Así, se preguntó: "¿Cabe imaginar en una empresa, que el CEO, con su mujer investigada por los jueces, dijera que suspende su agenda unos días, y que ya dirá algo el lunes? Las acciones se desplomarían, ¿no?"
Ayuso criticó el "nulo amor por España" de Sánchez, su "nulo respeto a las instituciones", su "nula profesionalidad" y el "daño reputacional al Gobierno en su conjunto" que ha provocado, convirtiéndolo en "protagonista de toda la prensa internacional para sonrojo de España". Y es que "un gobernante está para dar seguridad jurídica, confianza, autoridad moral y un proyecto a la vida nacional". Ahora, dijo, "se hacen todo tipo de cábalas" y "los españoles están entre la mofa, la perplejidad, y la angustia".
"Sea cual sea la razón última, la fórmula al margen de la legalidad, y las mentiras escandalosas, ambas marca Sánchez, le delatan. ¿Está en funciones el señor Sánchez, además de estar preso de independentistas, golpistas y pro etarras? ¿Dónde estamos? ¿Adónde nos lleva? ¿Qué cree que es España?", se preguntó la presidenta.
A la presidenta le faltaban palabras. "El colmo de la falta de respeto a la Nación, a la dignidad del cargo, a los procedimientos, nuestro buen nombre internacional, ¿Dónde nos coloca esto en los mercados y ante las instituciones? ¿Quién está al timón, qué ha ocurrido con Marruecos, con Venezuela, con Santo Domingo, cómo vamos a contener a los independentistas con esta debilidad, los pactos en el País Vasco, ahora cómo van a salir las elecciones en Cataluña? ¿Qué teme este hombre a la deriva?".
Llegados a este punto, la jefa del Ejecutivo regional lanzó una "advertencia": "Señor Sánchez, no se atreva a tocar el Poder Judicial, no crea que va a seguir minando el orden constitucional impunemente". Ya "sus redes mediáticas lo convierten en un asunto de lo que llaman "lawfare", que vienen mucho tiempo trabajando, en lugar de dar explicaciones", advirtió. "¿Qué está ocurriendo? ¿Está amenazando la independencia judicial? Que lo diga, porque eso es lo grave, que su carta alegal nos deja en un limbo institucional para que cualquier cosa sea posible. ¿En qué supuesto Constitucional nos encontramos? ¿Dónde nos lleva esta locura?".
Los ataques a Ayuso
La presidenta madrileña habló también de los ataques a su entorno para tratar de desgastarla políticamente y que lleva sufriendo desde que fue designada como candidata. "Yo llevo cinco años sufriendo todos los ataques posibles. Todos". Y recordó cómo se la recibió con una comisión de investigación sobre Avalmadrid y el préstamo que concedió a su padre. "Una comisión pactada por mis propios socios de gobierno", dijo en relación a Ciudadanos.
"He recibido todos los insultos, todas las descalificaciones de todos los niveles. Lo más grave que le puedas llamar a una persona a mí se me ha llamado durante años". Se refería a los calificativos de "asesina" auspiciados por Podemos o Más Madrid, primero con Mónica García al frente y ahora con Manuela Bergerot. "Después han decidido hacer un árbol genealógico, empezando por mi padre fallecido hace diez años hasta primos, tíos… No han dudado en tejerles, uno a uno, una trama".
"No estamos aquí para la lloriquería"
En este punto, Ayuso recordó las palabras del propio Sánchez desde Rabat, cuando el caso Koldo acaba de estallar. Desde allí, en rueda de prensa, el presidente no dudó en acusar a su hermano de corrupción a pesar de que su caso ha sido archivado en todas las instancias judiciales. También lo hizo desde la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados durante el debate de investidura o en durante las sesiones de control al Gobierno. "Mi entorno abre portadas a cuatro columnas; luego, en fin…, la situación no es ni medio parecida: sus cinco semanas a mis cinco años no tienen nada que ver".
Pero la presidenta no cree que "estemos aquí para la lloriquería". Al menos ella, que está "muy comprometida" con lo que está haciendo "y no voy a dejar que esto cambie lo que estamos haciendo en la Comunidad de Madrid porque la Comunidad de Madrid está por encima de mis intereses o de mi situación. La responsabilidad que tengo con España, a través de Madrid, es inmensa y, por tanto, el papel de víctima no funciona ni ha de interesarle a nadie. Lo que duela más o duela menos se gestiona en casa, que para eso somos profesionales".

