
Alto y claro. Así se expresó este miércoles Isabel Díaz Ayuso desde la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo regional, cuando se cumple el primer año del nuevo gobierno que salió de las urnas las pasadas elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023, donde los populares cosecharon una rotunda mayoría absoluta.
La presidenta madrileña compareció en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno para hacer balance de este primer aniversario. Pero los sucesivos escándalos que se encadenan en el panorama nacional, así como su papel de principal ariete contra el Ejecutivo central, hicieron que buena parte de su discurso, y las preguntas posteriores, estuviera centrado en Pedro Sánchez.
Díaz Ayuso realizó una de sus intervenciones más implacables y contundentes contra el sanchismo. Y lanzó un serio aviso a su propio partido: si antes "no se despolitiza" el sistema de elección de los vocales del CGPJ, el PP no puede entrar en el juego del PSOE, aceptar el ultimátum dado por el presidente del Gobierno y pactar la renovación del órgano de gobierno de los jueces. "No podemos fallar en esto, nos va la democracia en ello", avisó.
Un mensaje, dijo, que ha trasladado al presidente Alberto Núñez Feijóo, que este miércoles mismo abría la puerta a un posible pacto con el Gobierno. En los pasillos del Congreso de los Diputados, Feijóo señalaba que está dispuesto a volver a intentar acordar la renovación, "si el Gobierno no quiere romperlo", puntualizaba. "Lo vamos a intentar. Si no quiere romperlo como lo rompió la otra vez, lo vamos a intentar", incidía, tal y como recoge la agencia Efe.
"Sanchismo es chavismo", advirtió la presidenta, que subrayó que, por tanto, nos encontramos ante "una situación inédita". "Significa controlar la justicia, que es el último contrapoder" que le queda a Sánchez "para autoamistiarse, tanto a él como a toda la corrupción que le rodea, y para perpetuarse en el poder". Así las cosas, recalcó que "nos va la democracia en el cambio o no del CGPJ" porque los nombramientos de jueces del Tribunal Supremo que estos vocales hagan serán "para siempre", hasta que estos "se jubilen" con 70 y pico años. "Por tanto, no podemos fallar", argumentó.
Ayuso manifestó que "el presidente Feijóo lo ha dejado muy claro: no habrá acuerdo si no se despolitiza el sistema de elección de los jueces; yo no puedo estar más de acuerdo". Pero fue preguntada después por estas palabras pronunciadas hoy por el presidente del PP y líder de la oposición en los pasillos de la Cámara Baja.
La jefa del Ejecutivo regional respondió así: "Lo que opino sobre la renovación del Consejo (General del Poder Judicial) lo he trasladado en los órganos internos de mi partido y también al propio Feijóo. Sé que él es el presidente, es el primero que está involucrado en que se despolitice este sistema de nombramientos antes de pasar a lo siguiente. Y esto tiene que ser así porque si no volvemos a ver lo que tenemos ahora mismo en el Tribunal Constitucional y porque a la democracia le quedan las horas contadas para que este Gobierno pueda tener una separación de poderes y unos contrapesos. Así que yo solo espero que tengamos en cuenta el desafío que tenemos por delante, que después no tendrá marcha atrás: todos aquellos que sean puestos en el Supremo a dedo tendrán la posibilidad de estar en su puesto hasta que cumplan los 70 y pico años. Y eso significa años y años de una falta de contrapesos, que a mí me preocupa mucho, que creo que España y cualquier democracia necesita".
Una tercera pregunta al respecto hizo que Ayuso reiterara que "la renovación del CGPJ, si antes no se cambia el sistema de elección de sus miembros, va a ser un auténtico desastre, como ha pasado con el Tribunal Constitucional" y avisó de que el PSOE "engañará nuevamente". Pero la inmensa mayoría de ciudadanos, dijo, saben que "la democracia no puede estar por encima de la ley porque si no sería la ley de la selva: haríamos todos lo que nos da la gana porque lo decide una mayoría". Así, esta renovación, "tal y como la plantean, sería la estocada final para la separación de poderes y contra el Poder Judicial que está en entredicho por el propio Gobierno, que permite que unos jueces valgan más que otros, que unas sentencias importen más que otras y unos delitos más que otros. Si esa renovación no se hace a través de la modificación del sistema va a hacer que nos arrepintamos".
La votación "esperpéntica" de la Junta de Fiscales
Como máximo exponente de ese "Poder Judicial en entredicho", Ayuso situó al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que se encuentra al borde de la imputación por ordenar a la Fiscalía filtrar datos reservados de su novio, Alberto González Amador, sobre la causa abierta contra él.
La presidenta puso el foco en la votación que se produjo este martes en una dividida Junta de Fiscales de Sala, donde finalmente se impuso el criterio de García Ortiz sobre la aplicación de la Ley de Aministía. "Un fiscal que jamás ha cosechado prestigio alguno, pero que hoy es una vergüenza y un auténtico peligro para la carrera, nos demuestra la gravedad del momento", afirmó.
"Que la votación de ayer entre fiscales se haya desempatado con el voto del propio fiscal general, cuando se trata de su propio órgano consultivo, y con el voto de Dolores Delgado, cuando las sentencias del Supremo han anulado sus dos nombramientos, nos demuestra la situación esperpéntica y triste, pero sobre todo dictatorial en la que nos encontramos", señaló también. Según Ayuso, el motivo de la manera de proceder de García Ortiz en parte viene dado porque "se creen impunes porque saben que, una vez terminada la separación de poderes en España, Sánchez cambiará las reglas del juego necesarias y, además, el mismo el juez Pedro Sánchez perdonará a su esbirro ante cualquier despropósito, como hará con los ERE, con los presos de ETA o con los golpistas malversadores separatistas".
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