Con más de 660 millones de pasajeros al año, Metro de Madrid es uno de los medios de transporte más utilizados por los ciudadanos. Además, gracias a sus 302 estaciones y casi 294 km, es la tercera red más extensa del mundo , sólo por detrás de las de Moscú y Londres.
Durante sus 105 años de historia, este medio se ha ido modernizando poco a poco, intentando ser lo más cómodo posible para el usuario. Además del desarrollo tecnológico, la Comunidad de Madrid ha buscado implementar modificaciones en el metro para facilitar el acceso a personas con diferentes discapacidades. El último ejemplo es la implantación de sus nuevos semáforos de colores, que entrarán en vigor en los próximos días .
¿Cómo funcionan?
Esta campaña de responsabilidad social corporativa se basa en la colocación de semáforos con indicaciones de dos colores posibles, verde y rojo, en la parte superior de las puertas de los vagones.
- La luz roja fija indica a los pasajeros que las puertas están a punto de cerrarse, por lo que no es un buen momento para subir al vagón.
- La luz verde intermitente advierte de que las puertas están en proceso de apertura. El usuario deberá esperar a que se abran completamente y a que los pasajeros abandonen el vagón para poder entrar.
- La luz verde fija muestra que las puertas están completamente abiertas; este sería el mejor momento para subirse al vagón.
El objetivo de esta medida es mostrar de forma más visual y llamativa cuándo es el mejor momento para subir al vagón. Principalmente, está dirigido a personas con discapacidad auditiva, para quienes el anterior sistema de pitidos que avisaba del cierre de puertas no servía. En cualquier caso, el sistema de semáforos puede ayudar a cualquier pasajero del metro: gracias a las luces que permiten conocer el momento exacto en el que se debe acceder al tren, los ciudadanos pueden evitar carreras innecesarias y posibles accidentes .
Por otro lado, esta medida también busca una mejora en la eficiencia de este medio transporte. Si se facilita el tránsito de pasajeros, el tiempo de espera en el andén será menor y los horarios serán más óptimos. Es decir, con una entrada más lógica y ordenada a los vagones, se podría aligerar este proceso y habría menos congestión en los andenes.