La Semana Santa de Madrid ha vivido uno de sus días grandes con motivo del Viernes Santo. Entre las siete procesiones que tienen lugar en la capital, destaca la de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, más conocido como el Señor de Madrid, y que es mucho más que una manifestación de fe.
Antes de que la Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli saliera a procesionar por las calles de Madrid, ha tenido lugar una pequeña ceremonia en la sacristía de la basílica donde la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha recibido la medalla de Esclava de Honor de la Archicofradía, de manos de Fray Carlos Coca, ministro provincial de Capuchinos de España y del padre Benjamín Echeverria, prior de la basílica.
La presidenta, que ha sido recibida por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y el Hermano Mayor de la Archicofradía Miguel Ángel Izquierdo. Entre otros asistentes también ha estado presente el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, así como la delegada de Turismo y concejal presidenta del Distrito de San Blas-Canillejas, Almudena Maíllo; el concejal presidente del Distrito de Centro, Carlos Segura; el concejal presidente del Distrito de Moratalaz, Ignacio Pezuela y la concejal presidenta del Distrito de Arganzuela, Lola Navarro. Al igual que años anteriores, también ha estado el concejal de Vox a Javier Ortega Smith.
La Archicofradía de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli es una de las más antiguas de la capital, y tiene el título de Real por la devoción que ha mostrado siempre a la imagen la Familia Real española, desde Fernando VII hasta el rey Felipe VI, quien este año acudió al tradicional besapies del primer viernes de marzo. Además, con motivo del con motivo del Año Jubilar, el Señor de Madrid ha lucido la túnica morada de Francisco de Asís, esposo de Isabel II, realizada en terciopelo morado con bordados en hilo de plata que representan diversos símbolos de la Pasión de Cristo, una de las más antiguas que se conservan. Además porta la corona de espinas y el escapulario en oro con piedras preciosas y la medalla que el Ayuntamiento de Madrid concedió a la Archicofradía y la Basílica.
Una procesión que finalmente se ha retrasado debido a las inclemencias meteorológicas.
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