
En uno de los márgenes de la A6, a la altura de la Facultad de Estadística de la Universidad Complutense, justo frente al Palacio de la Moncloa, hay un pequeño automóvil que lleva tanto tiempo aparcado que parece formar parte del paisaje de esa zona de Madrid. Siempre mirando a la carretera, limpio e inmóvil.
Ha sido gracias a un usuario de X que el misterio de este coche se ha vuelto a poner en circulación. El usuario compartió capturas de Google Street View donde, desde 2008, año tras año y hasta hoy, se puede comprobar que el coche está ahí aunque haya cambiado en varias ocasiones de plaza. "Desde que tengo memoria hay un misterio junto al Palacio de la Moncloa. Un coche que lleva allí décadas aparcado", escribía. ¿De quién es? ¿Por qué no se mueve? ¿Pertenece a alguien de la Moncloa? ¿Vigila la carretera de A Coruña? ¿Está abandonado?".
La respuesta, como resolvía El Confidencial en un reportaje publicado en 2021, es bastante distinta. El coche, un Seat 600, pertenece —y de alguna manera sigue perteneciendo— a una familia que ha vivido y trabajado justo allí, en los terrenos de la Complutense, desde hace más de medio siglo.
Víctor Gómez, su dueño original, fue conserje de las instalaciones desde que comenzaron a funcionar. Con su mujer y sus tres hijos, vivía en la vivienda anexa al edificio. En cuanto al coche, salió del concesionario un 3 de marzo de 1972 como uno de los últimos modelos de la mítica saga fabricada por Seat, que dejaría de producir el 600 apenas un año después, en agosto de 1973.
No tengo más datos, pero en mi memoria yo creo recordar que está ahí desde hace décadas. Siempre limpio y mirando hacia la carretera de La Coruña. No sé cuántas veces habré pasado, montándome alguna película de si alguien lo dejo allí aparcado durante el rodaje de Margarita se… pic.twitter.com/fsDyavQO8h
— VíctorSánchezdelReal (@sanchezdelreal) July 6, 2025
Precisamente fueron sus hijos los que recordaron para ese mismo diario el esmero con el que su padre cuidaba aquella reliquia, que utilizaban en mayoría para viajar a su pueblo, Las Ventas con Peña Aguilera, en Toledo. "Lo lavaba varias veces por semana, como si le fuera la vida en ello", explicaban a El Confidencial. Apenas superó los 100.000 kilómetros en todo este tiempo, pero en él llegaron a viajar hasta ocho personas por las carreteras de aquella España.
A partir de los 90, su uso ya era mínimo y estuvo incluso dado de baja algunos años, tiempo en el que Víctor nunca dejó de limpiarlo. Cuando falleció en 2011 a los 84 años, sus hijos decidieron que el mejor homenaje a su memoria era mantener el 600 donde siempre estuvo.
Desde entonces, solo una vez el coche ha desaparecido del aparcamiento. Fue en 2014 y de manera temporal porque uno de sus hijos se lo llevó a restaurar. Según aseguró hace cuatro años, en ese momento acababa de pasar la ITV y seguía arrancando, aunque con esfuerzo y sin pasar de los 90 km/h. "Allí donde esté mi padre, le gustará que se siga preguntando por el coche", decía uno de sus hijos en aquel reportaje.
Hoy, bajo las pérgolas del parking de la Complutense, aun se le puede ver. Su matrícula sigue siendo la de 1972, con la letra "D". No tiene nombre oficial, pero ya muchos lo llaman "el 600 de Moncloa".
