Libertad Digital
Al descubrirse la existencia de esta carta, Chávez le restó importancia política y la redujo a la categoría de gesto humanitario. En palabras del actual denunciante, Nelson Castellanos, cónsul de Venezuela en París de 1995 a 1999 y con 16 años de servicios a su país, “yo pregunto qué otro detenido recibió una palabra de apoyo del presidente”.
Chávez envió una carta personal como presidente de Venezuela en marzo de 1999, en la que trataba a “El Chacal” de “distinguido compatriota”, para, posteriormente, dar instrucciones del ministro de Exteriores, José Vicente Rangel, para que la Embajada en París presionara para poner fin al aislamiento del terrorista. Aún fue más lejos el dirigente populista en la misiva enviada al ministro de Asuntos Exteriores francés, Hubert Védrine. En esta nueva carta, Chávez exigió explicaciones “urgentes” a Francia sobre el apresamiento de Carlos y su “estado físico”, por medio de una carta de Rangel a su colega francés.
Casualmente, y como bien informó en este caso el diario “El País”, tales iniciativas coincidían con la estrategia de los abogados de Carlos, persistentes en que todo lo actuado en Francia debía anularse porque la detención de Ilich Ramírez, llevada a cabo en Sudán, en 1994, se habría producido en condiciones ilegales. Sin embargo, las autoridades francesas, a través de su representante de Exteriores, Hubert Védrine, contestaron contundentemente asegurando “la regularidad de los procedimientos” relacionados con Ilich Ramírez Sánchez, “Chacal”.
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Chávez envió una carta personal como presidente de Venezuela en marzo de 1999, en la que trataba a “El Chacal” de “distinguido compatriota”, para, posteriormente, dar instrucciones del ministro de Exteriores, José Vicente Rangel, para que la Embajada en París presionara para poner fin al aislamiento del terrorista. Aún fue más lejos el dirigente populista en la misiva enviada al ministro de Asuntos Exteriores francés, Hubert Védrine. En esta nueva carta, Chávez exigió explicaciones “urgentes” a Francia sobre el apresamiento de Carlos y su “estado físico”, por medio de una carta de Rangel a su colega francés.
Casualmente, y como bien informó en este caso el diario “El País”, tales iniciativas coincidían con la estrategia de los abogados de Carlos, persistentes en que todo lo actuado en Francia debía anularse porque la detención de Ilich Ramírez, llevada a cabo en Sudán, en 1994, se habría producido en condiciones ilegales. Sin embargo, las autoridades francesas, a través de su representante de Exteriores, Hubert Védrine, contestaron contundentemente asegurando “la regularidad de los procedimientos” relacionados con Ilich Ramírez Sánchez, “Chacal”.
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