LD (Agencias)
“El régimen de Sadam Husein ya no existe”, afirmó el presidente de EEUU, George Bush. “Estamos comenzando el difícil trabajo de ayudar a los iraquíes a construir un país libre y estable. Un Irak libre puede ser un ejemplo de reforma y progreso en todo Oriente Medio”, añadió. Por su parte, el secretario de Estado, Colin Powell, dijo ante la prensa extranjera que comienza una nueva fase “que realmente es la importante, una fase que creará el Gobierno de una nación que pretenda en el futuro vivir en paz con sus países vecinos”.
Estas declaraciones se produjeron mientras en una gran carpa en la base aérea de Tallil, cerca de Nasiriya, se reunían 80 representantes de asociaciones del exilio, de grupos de dentro del país y autoridades estadounidenses para poner en marcha el proceso de la creación de un nuevo sistema político en Irak. La sesión no contó con la participación del líder del Congreso Nacional Iraquí, Ahmed Chalabi, ni con la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica (ASRI), el mayor grupo de oposición chiíta. Asimismo, más de 3.000 personas se manifestaron en Nasiriya por considerar que no hay suficiente representación local y gritaron eslóganes como "viva la libertad, abajo Sadam Husein, abajo Bush".
A pesar de estas señales de oposición, Colin Powell valoró la reunión y dijo que “es un día de esperanza”. Señaló que encuentros como éste se repetirán en las próximas semanas, en el curso de los cuales “se señalarán líderes y se creará una autoridad interina”. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó que esa autoridad interina -que estará dirigida por el general retirado Gay Garner y subordinada al comandante de la campaña militar, el general Tommy Franks- será "amplia, involucrando a los iraquíes de todos los ámbitos" y "temporal", aunque no precisó fechas. Rumsfeld detalló que el papel de los iraquíes en ella será doble: participarán inmediatamente en la administración, "incluyendo la responsabilidad de dirigir ciertos ministerios" y colocarán los cimientos de un nuevo Gobierno con la redacción de una Constitución, la reforma del sistema legal y económico y la preparación de elecciones.
Estas declaraciones se produjeron mientras en una gran carpa en la base aérea de Tallil, cerca de Nasiriya, se reunían 80 representantes de asociaciones del exilio, de grupos de dentro del país y autoridades estadounidenses para poner en marcha el proceso de la creación de un nuevo sistema político en Irak. La sesión no contó con la participación del líder del Congreso Nacional Iraquí, Ahmed Chalabi, ni con la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica (ASRI), el mayor grupo de oposición chiíta. Asimismo, más de 3.000 personas se manifestaron en Nasiriya por considerar que no hay suficiente representación local y gritaron eslóganes como "viva la libertad, abajo Sadam Husein, abajo Bush".
A pesar de estas señales de oposición, Colin Powell valoró la reunión y dijo que “es un día de esperanza”. Señaló que encuentros como éste se repetirán en las próximas semanas, en el curso de los cuales “se señalarán líderes y se creará una autoridad interina”. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó que esa autoridad interina -que estará dirigida por el general retirado Gay Garner y subordinada al comandante de la campaña militar, el general Tommy Franks- será "amplia, involucrando a los iraquíes de todos los ámbitos" y "temporal", aunque no precisó fechas. Rumsfeld detalló que el papel de los iraquíes en ella será doble: participarán inmediatamente en la administración, "incluyendo la responsabilidad de dirigir ciertos ministerios" y colocarán los cimientos de un nuevo Gobierno con la redacción de una Constitución, la reforma del sistema legal y económico y la preparación de elecciones.
