
L D (EFE) El presidente estadounidense y el secretario general de la OTAN se reunieron en el rancho de la familia Bush en Crawford (Texas) durante más de una hora y después ofrecieron una breve rueda de prensa en la que informaron sobre los asuntos más relevantes.
La situación de Afganistán acaparó gran parte del encuentro, aunque también trataron, la evolución en Kosovo y el sistema de defensa antimisiles de EEUU en Europa, cuestión que ha despertado el recelo de Rusia y ha protagonizado momentos de tensión entre ambos países. En suma, repasaron la cumbre de la Alianza Atlántica prevista para el año próximo y los planes para ampliar esta organización.
Para ambos dirigentes el éxito de la OTAN contra los talibanes es "vital" para mantener la credibilidad de la institución y mostrar su eficacia como organismo velador de la seguridad y la estabilidad internacional."Colaboraremos con nuestros aliados de la OTAN para convencerles de que tienen que compartir más la carga y que todos debemos compartir los riesgos para lograr nuestra meta", agregó Bush.
Asimismo, el presidente estadounidense indicó que el éxito en Afganistán requiere "algo más que la mera acción militar" y expresó su apoyo a una "estrategia exhaustiva a largo plazo" para fortalecer las instituciones democráticas en ese país y alentar las oportunidades económicas.
Por su parte, el secretario general de la Alianza Atlántica recordó que Afganistán "sigue siendo una de las líneas de frente en nuestra lucha contra el terrorismo". "Por eso es tan importante que los 26 países de la OTAN se comprometan con Afganistán y que toda la comunidad internacional siga comprometida con esa nación a largo plazo", sostuvo.
En una referencia a las bajas de civiles en los combates en Afganistán, De Hoop Scheffer dejó bien claro que en ningún caso "estamos en la misma categoría moral que nuestros oponentes, los taliban". En este sentido, aludió a las decapitaciones, las quemas de escuelas y los atentados suicidas perpetrados por simpatizantes de ese movimiento radical islámico.
Es más, De Hoop Scheffer insistió en que "seguimos contando con las simpatías del pueblo afgano, porque ellos se dan cuenta de que su país no tiene futuro bajo el mandato de la organización fundamentalista radical"
En lo que respecta al futuro de la Alianza, los dos dirigentes expresaron la importancia de la ampliación, que se examinará en la cumbre prevista para el año próximo en Bucarest. Bush prometió colaborar "con las naciones interesadas en convertirse en parte de la OTAN el año próximo, para asegurarme de que cumplen los requisitos necesarios". De Hoop Scheffer agregó que los países que quieren entrar en la OTAN, como Ucrania o Georgia, necesitan aliento pero también "ejecutar ciertas reformas" para el éxito de la cumbre.
Los dirigentes también repasaron la defensa antimisiles y Bush aseguró que el secretario general de la Alianza está de acuerdo en que los planes estadounidenses para desplegar ese escudo en Polonia y la República Checa, "complementan los esfuerzos de la OTAN para dejar a los países a salvo de un ataque".
Estados Unidos asegura que el escudo es necesario para proteger a sus aliados europeos de posibles ataques por parte, por ejemplo, del programa nuclear iraní, y niega que esté concebido contra Rusia, pese a las reacciones del régimen de Putin más cercanas a la dialéctica propia de la URSS que de un periodo posguerra fría.
El presidente estadounidense aseguró que seguirá en contacto con Rusia para tratar de calmar esos temores. En este sentido, recordó el reciente viaje a Moscú de su secretario de Defensa, Robert Gates, para una conversación "plena y transparente" que garantizase que los rusos entiendan que el escudo "no está dirigido contra ellos, sino contra otros países que pueden afectar a la paz en Europa".
