L D (EFE)
"Voy a Venezuela a trabajar clandestinamente para sacar" a los miembros del Gobierno, dijo Ortega en una marcha organizada en esta ciudad estadounidense, donde había llegado desde Costa Rica, para protestar contra Hugo Chávez y Fidel Castro. El ex presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) está en Costa Rica desde marzo del año pasado después de que este país le concediera asilo político.
Ortega, de 58 años, tiene una orden de prisión en Venezuela por supuestos delitos cometidos durante la huelga general de 63 días que vivió ese país para oponerse al gobierno de Chávez a principios del 2003. El paro, que se desarrolló entre el 2 de diciembre y el 3 de febrero de 2003, fue organizado por el bloque de oposición Coordinadora Democrática para forzar la salida de Chávez o la convocatoria de elecciones generales.
Durante un discurso pronunciado ante unas 2.000 personas, en la famosa Calle Ocho de Miami, en la llamada Pequeña Habana, Ortega dijo que no se entregó a la justicia de su país porque no "existe Estado de Derecho" y aseguró que Chávez pretendía "desaparecerme, matarme" y por eso abandonó Venezuela. Ahora, ante la aguda crisis que afronta su país, confirmó que regresará para "trabajar y rescatar la democracia".
Ortega también hizo un llamamiento a los militares institucionalistas para que "den un paso al frente, carajo (sic), y no permitan una dictadura como la que tienen los hermanos cubanos en los actuales momentos. Señor Chávez, entiéndalo, no estoy convocando a los militares venezolanos a dar un golpe de Estado", manifestó el sindicalista.
Ortega, junto con el ex presidente de la patronal Fedecámaras, Carlos Fernández, eran los principales líderes del movimiento de oposición venezolano y ahora se encuentran fuera del país. Ambos tienen abiertos procesos judiciales en Venezuela.
Ortega, de 58 años, tiene una orden de prisión en Venezuela por supuestos delitos cometidos durante la huelga general de 63 días que vivió ese país para oponerse al gobierno de Chávez a principios del 2003. El paro, que se desarrolló entre el 2 de diciembre y el 3 de febrero de 2003, fue organizado por el bloque de oposición Coordinadora Democrática para forzar la salida de Chávez o la convocatoria de elecciones generales.
Durante un discurso pronunciado ante unas 2.000 personas, en la famosa Calle Ocho de Miami, en la llamada Pequeña Habana, Ortega dijo que no se entregó a la justicia de su país porque no "existe Estado de Derecho" y aseguró que Chávez pretendía "desaparecerme, matarme" y por eso abandonó Venezuela. Ahora, ante la aguda crisis que afronta su país, confirmó que regresará para "trabajar y rescatar la democracia".
Ortega también hizo un llamamiento a los militares institucionalistas para que "den un paso al frente, carajo (sic), y no permitan una dictadura como la que tienen los hermanos cubanos en los actuales momentos. Señor Chávez, entiéndalo, no estoy convocando a los militares venezolanos a dar un golpe de Estado", manifestó el sindicalista.
Ortega, junto con el ex presidente de la patronal Fedecámaras, Carlos Fernández, eran los principales líderes del movimiento de oposición venezolano y ahora se encuentran fuera del país. Ambos tienen abiertos procesos judiciales en Venezuela.
