L D (EFE) La antigua papelera VENEPAL fue expropiada en enero pasado, después de que sus antiguos dueños la declararon en quiebra poco después de la huelga nacional que durante 63 días, entre diciembre de 2002 y febrero de 2003, buscó la renuncia de Chávez. La quiebra fue luego ratificada por los tribunales y con posterioridad la Asamblea Nacional la declaró de utilidad pública y social, en un acuerdo aprobado unánimemente por los diputados afines y detractores del gobierno.
El Estado invirtió cerca de siete millones de dólares para reactivar la papelera, que cuenta con 350 empleados, quienes son los que ahora la administran. "La clase obrera venezolana está tomando un papel protagónico en la construcción de la Venezuela nueva", caracterizada, remarcó Chávez, por dar prioridad al mercado interno y luego a la exportación. Con iniciativas similares, agregó, se disminuirá la dependencia nacional de las importaciones que, en el caso de los alimentos, satisface en cerca de un 70 por ciento el consumo interno. En el campo, el gobierno nacional y los regionales evalúan en la actualidad las tierras privadas ociosas, muchas que Chávez denuncia son públicas y han sido tomadas ilegalmente por terratenientes.
El gobernante garantizó el derecho a la propiedad privada, pero alertó que, en cumplimiento a la que establece la Constitución, ésta debe supeditarse a la utilidad pública y al interés social, por lo que las expropiaciones se producirán solamente tras sentencias judiciales y el pago de indemnizaciones. "El que tenga tienda que la atienda", reiteró y llamó a los empresarios a sumarse a su proyecto y a impulsar "la nueva economía de avanzada y productiva, no una economía capitalista sino social, una economía nueva donde el Estado juegue un papel fundamental, y le demos un papel prioritario a los empleados", sostuvo.
El Estado invirtió cerca de siete millones de dólares para reactivar la papelera, que cuenta con 350 empleados, quienes son los que ahora la administran. "La clase obrera venezolana está tomando un papel protagónico en la construcción de la Venezuela nueva", caracterizada, remarcó Chávez, por dar prioridad al mercado interno y luego a la exportación. Con iniciativas similares, agregó, se disminuirá la dependencia nacional de las importaciones que, en el caso de los alimentos, satisface en cerca de un 70 por ciento el consumo interno. En el campo, el gobierno nacional y los regionales evalúan en la actualidad las tierras privadas ociosas, muchas que Chávez denuncia son públicas y han sido tomadas ilegalmente por terratenientes.
El gobernante garantizó el derecho a la propiedad privada, pero alertó que, en cumplimiento a la que establece la Constitución, ésta debe supeditarse a la utilidad pública y al interés social, por lo que las expropiaciones se producirán solamente tras sentencias judiciales y el pago de indemnizaciones. "El que tenga tienda que la atienda", reiteró y llamó a los empresarios a sumarse a su proyecto y a impulsar "la nueva economía de avanzada y productiva, no una economía capitalista sino social, una economía nueva donde el Estado juegue un papel fundamental, y le demos un papel prioritario a los empleados", sostuvo.