L D (EFE) El joven fue procesado y encarcelado anoche por asociación de malhechores con fines terroristas y financiación del terrorismo, mientras que el antillano lo fue el viernes pasado y por los mismos delitos, penados con un máximo de 10 años de cárcel en Francia. Un tercero fue detenido hace un mes en Argelia con 44.000 euros en su poder, según las fuentes.
Los tres son sospechosos de estar en contacto con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), considerado por las autoridades marroquíes como el responsable de los atentados del 16 de mayo de 2003 en Casablanca, que causaron 45 muertos.
Solo se ha facilitado la identidad del joven que simulo haber sido víctima de un atraco. Se trata de Hasán Baouchi, de 23 años, quien el pasado 1 de marzo denunció haber sido atracado por varios encapuchados mientras trabajaba en una empresa de reparto de fondos.
Según su versión, los supuestos atracadores le robaron un millón de euros que debía haber distribuido en seis cajeros de otras tantas entidades bancarias de Seine-Saint Denis, a las afueras de París.
El GICM aportó apoyo logístico en los atentados del 11-M
Aunque su versión no pareció convincente a los investigadores entonces le dejaron en libertad y no pudieron detenerle hasta el pasado jueves, en relación con otra investigación judicial de los servicios antiterroristas sobre la financiación del GICM.
En abril pasado, su hermano, Mustafa Bauchi, fue detenido en Francia, procesado y encarcelado por asociación de malhechores con fines terroristas.
Los investigadores franceses creen que este último, que efectuó varias estancias en Afganistán, era el jefe de una célula del GICM desmantelada en Francia. Según los expertos antiterroristas, esa célula no tenía ningún proyecto de atentado en suelo francés, pero aportó apoyó logístico a los autores del atentado del 11 de marzo pasado en Madrid.
