L D (EFE)
Los encapuchados dispararon con una pistola automática contra Albert Revivo, de 55 años, cuando este cerraba su comercio de maderas en el mercado tradicional del barrio de Laqriaa, en Casablanca.
Revivo murió casi en el acto y los autores del asesinato emprendieron la huida perseguidos por varias personas que habían presenciado el crimen, según las fuentes.
Fuentes de la comunidad judía de Marruecos señalaron que la forma en la que fue ejecutado el crimen parece demostrar que se trata de un atentado terrorista contra uno de sus miembros y no de un delito común.
Los dos encapuchados lograron darse a la fuga en un vehículo que secuestraron en las inmediaciones del lugar del suceso tras amenazar con su arma al conductor y los ocupantes. Un policía que se hallaba en las inmediaciones del lugar efectuó varios disparos contra los asesinos sin lograr alcanzarlos y pudo anotar la matrícula del vehículo, que emprendió la huida por la autovía que cruza Casablanca.
La policía inició inmediatamente la búsqueda del vehículo y estableció férreos controles en todos los accesos de entrada y salida de la capital económica de Marruecos.
Este asesinato se produce la víspera de las elecciones municipales en Marruecos y menos de cuatro meses después de los atentados perpetrados en Casablanca por terroristas suicidas pertenecientes a grupos integristas marroquíes, en los que murieron 45 personas. También coincide con el segundo aniversario de los atentados terroristas en Nueva York y Washington perpetrados por la organización Al Qaida.
Revivo murió casi en el acto y los autores del asesinato emprendieron la huida perseguidos por varias personas que habían presenciado el crimen, según las fuentes.
Fuentes de la comunidad judía de Marruecos señalaron que la forma en la que fue ejecutado el crimen parece demostrar que se trata de un atentado terrorista contra uno de sus miembros y no de un delito común.
Los dos encapuchados lograron darse a la fuga en un vehículo que secuestraron en las inmediaciones del lugar del suceso tras amenazar con su arma al conductor y los ocupantes. Un policía que se hallaba en las inmediaciones del lugar efectuó varios disparos contra los asesinos sin lograr alcanzarlos y pudo anotar la matrícula del vehículo, que emprendió la huida por la autovía que cruza Casablanca.
La policía inició inmediatamente la búsqueda del vehículo y estableció férreos controles en todos los accesos de entrada y salida de la capital económica de Marruecos.
Este asesinato se produce la víspera de las elecciones municipales en Marruecos y menos de cuatro meses después de los atentados perpetrados en Casablanca por terroristas suicidas pertenecientes a grupos integristas marroquíes, en los que murieron 45 personas. También coincide con el segundo aniversario de los atentados terroristas en Nueva York y Washington perpetrados por la organización Al Qaida.