
LD (Agencias) Antes de abandonar su residencia en Manila por primera vez tras seis años y medio de arresto, el derrocado presidente de Filipinas Joseph Estrada ha dicho que "no hay nada que sustituya la libertad" y agradeció a la presidenta Gloria Macapagal Arroyo haberle concedido el indulto.
Estrada fue condenado a cadena perpetua el mes pasado por corrupción y sentenciado a cadena perpetua. El ex presidente agradeció a Arroyo su decisión, reiteró su deseo de vivir como un "ciudadano sencillo" y aprovechó para instar a sus partidarios a que respalden los programas de la presidenta para combatir la pobreza y el hambre.
Afirmó que "soy consciente de los momentos agónicos y de las duras elecciones que Arroyo tuvo que hacer antes de llegar a esta decisión ejecutiva". Arroyo ha admitido que su decisión era controvertida, pero dijo que el indulto busca un bien mayor de poner fin "a la única causa significativa de ruido y controversia política" durante su mandato, citando los indultos de los ex presidentes estadounidense y surcoreano como precedentes.
