LD (Agencias)
El jefe militar del FMLI, Al Haj Murad, anunció un alto el fuego unilateral tras una reunión celebrada con los altos dirigentes de la organización terrorista, entre ellos su fundador, Hashim Salamat, quien se encuentra en busca y captura. "Esto es una respuesta a la petición del cese de hostilidades en Mindanao por parte de los defensores de la paz, entre ellos la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas", afirmó Murad a la emisora de radio
dxMS
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Por su parte, la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, mostró cautela ante el anuncio de los rebeldes. "Consideramos la declaración del FMLI como un avance positivo. Ahora estamos convalidando la autenticidad y sinceridad de la oferta y la capacidad del mando del FMLI para hacer cumplir la tregua", manifestó la jefa de Estado en un comunicado. Asimismo destacó que el Gobierno está "dispuesto a responder incluso con un alto el fuego permanente que llevaría a la firma de un acuerdo de paz definido en cuanto sea posible".
Pero el jefe del Mando Sur del Ejército filipino, el general Roy Kyamko, consideró que el anunciado cese de hostilidades no afectará a la actual ofensiva contra los rebeldes en Mindanao. Para el militar, esa declaración no asegura el fin de los ataques guerrilleros y, por lo tanto, las Fuerzas Armadas no pueden suspender la aplicación de la ley para garantizar la seguridad de los civiles.
Por su parte, la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, mostró cautela ante el anuncio de los rebeldes. "Consideramos la declaración del FMLI como un avance positivo. Ahora estamos convalidando la autenticidad y sinceridad de la oferta y la capacidad del mando del FMLI para hacer cumplir la tregua", manifestó la jefa de Estado en un comunicado. Asimismo destacó que el Gobierno está "dispuesto a responder incluso con un alto el fuego permanente que llevaría a la firma de un acuerdo de paz definido en cuanto sea posible".
Pero el jefe del Mando Sur del Ejército filipino, el general Roy Kyamko, consideró que el anunciado cese de hostilidades no afectará a la actual ofensiva contra los rebeldes en Mindanao. Para el militar, esa declaración no asegura el fin de los ataques guerrilleros y, por lo tanto, las Fuerzas Armadas no pueden suspender la aplicación de la ley para garantizar la seguridad de los civiles.
