LD (EFE) En una rueda de prensa, el gobernador del estado brasileño de Sao Paulo, Claudio Lembo, afirmó que la ola de violencia que en los últimos tres días ha causado la muerte de 81 personas está bajo control. Por ello, rechazó el ofrecimiento de refuerzos por parte del Gobierno nacional que le trasladó el ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, enviado de urgencia a Sao Paulo por el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.
La oferta de Lula incluía el despliegue de efectivos federales o de la Fuerza Nacional, creada hace dos años para auxiliar a los estados en la lucha contra la violencia. "Controlamos efectivamente la situación. El Ejército sería en este momento algo innecesario. Agradecemos (la ayuda) al Gobierno federal, al presidente Lula y al ministro Marcio", expresó Lembo.
Bastos señaló por su parte que "la ola (de violencia) está bajando" y que el Gobierno federal seguirá "trabajando en conjunto" con las autoridades de Sao Paulo siempre que sea necesario. Agregó que la administración nacional pone a disposición de las autoridades paulistas "todo lo que el Gobierno federal tenga en materia de seguridad".
La ofensiva criminal, que comenzó el pasado viernes por la noche en decenas de ciudades paulistas, se ha cobrado 81 muertos, 39 de ellos miembros de los cuerpos de seguridad, mientras que el pánico se ha apoderado de la población. Según la Secretaría de Seguridad Pública, en los tres últimos días se registraron 180 ataques del Primer Comando de la Capital (PCC), una mafia de presos que controla decenas de cárceles de Sao Paulo.
