L D (Agencias)
"No me merece ningún tipo de respeto lo que diga la SIP", dijo en rueda de prensa el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, al ser consultado sobre las reiteradas denuncias de ese organismo respecto a las supuestas violaciones a la libertad de expresión en el país por parte del Gobierno del presidente Hugo Chávez. La SIP alertó recientemente sobre el presunto peligro para la libertad de expresión que representaría la nueva Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión que impulsa el oficialismo y aguarda la aprobación parlamentaria.
La oposición califica la nueva ley como una "mordaza" para los medios en el país, el Gobierno la defiende como una norma de avanzada que se ajusta a las normas legales que sobre comunicación establecen acuerdos internacionales como el Pacto de San José. Según Rangel, la SIP "no tiene autoridad moral" para criticar a Venezuela porque "ignoró todas las violaciones contra la libertad de expresión que se produjeron (en el país) durante" los gobiernos socialdemócratas y socialcristianos, que se alternaron en el poder entre las décadas de 1950 y 1990. En ese lapso, en Venezuela "se cerraron periódicos y otros medios, se torturó, incomunicó y expulsó a periodistas sin que la SIP nunca dijera nada. Ahora están opinando", agregó Rangel, avezado periodistas y analista político venezolano. Por su parte, el ministro venezolano de Educación, Aristóbulo Istúriz, se quejó ante la prensa de que la SIP no haya hasta ahora expresado opinión alguna sobre el "secuestro de la información" que presuntamente existe en el país por parte de los grandes medios privados. "No existe la menor duda de que en Venezuela hay plena libertad de expresión, ahora, el derecho a la información no existe en el país", aseguró Istúriz. Istúriz dijo que un ejemplo de ese "secuestro informativo" es la presunta constante manipulación de la información por parte de los medios privados en detrimento del Gobierno de Chávez.
También criticó el silencio de los grandes medios nacionales los días 12 y 13 de abril del 2002, cuando miles de "chavistas" se lanzaron a las calles en rechazo al golpe de Estado que derrocó a Chávez el 11 de ese mes. Ese día Chávez fue derrocado por un golpe de Estado, pero fuerzas castrenses leales alentadas por los miles de seguidores que se lanzaron a las calles en apoyo a la "revolución" lo repusieron en el poder la madrugada del día 14. Istúriz opinó que el "secuestro informativo" que existe en Venezuela "no le interesa a la SIP", y reiteró que los medios locales actuaron como "golpistas" en la crisis del abril del 2002. Los medios locales admitieron el pasado 13 de diciembre que se involucraron en el conflicto político nacional para "defenderse" de los "ataques" del Gobierno "chavista".
La oposición califica la nueva ley como una "mordaza" para los medios en el país, el Gobierno la defiende como una norma de avanzada que se ajusta a las normas legales que sobre comunicación establecen acuerdos internacionales como el Pacto de San José. Según Rangel, la SIP "no tiene autoridad moral" para criticar a Venezuela porque "ignoró todas las violaciones contra la libertad de expresión que se produjeron (en el país) durante" los gobiernos socialdemócratas y socialcristianos, que se alternaron en el poder entre las décadas de 1950 y 1990. En ese lapso, en Venezuela "se cerraron periódicos y otros medios, se torturó, incomunicó y expulsó a periodistas sin que la SIP nunca dijera nada. Ahora están opinando", agregó Rangel, avezado periodistas y analista político venezolano. Por su parte, el ministro venezolano de Educación, Aristóbulo Istúriz, se quejó ante la prensa de que la SIP no haya hasta ahora expresado opinión alguna sobre el "secuestro de la información" que presuntamente existe en el país por parte de los grandes medios privados. "No existe la menor duda de que en Venezuela hay plena libertad de expresión, ahora, el derecho a la información no existe en el país", aseguró Istúriz. Istúriz dijo que un ejemplo de ese "secuestro informativo" es la presunta constante manipulación de la información por parte de los medios privados en detrimento del Gobierno de Chávez.
También criticó el silencio de los grandes medios nacionales los días 12 y 13 de abril del 2002, cuando miles de "chavistas" se lanzaron a las calles en rechazo al golpe de Estado que derrocó a Chávez el 11 de ese mes. Ese día Chávez fue derrocado por un golpe de Estado, pero fuerzas castrenses leales alentadas por los miles de seguidores que se lanzaron a las calles en apoyo a la "revolución" lo repusieron en el poder la madrugada del día 14. Istúriz opinó que el "secuestro informativo" que existe en Venezuela "no le interesa a la SIP", y reiteró que los medios locales actuaron como "golpistas" en la crisis del abril del 2002. Los medios locales admitieron el pasado 13 de diciembre que se involucraron en el conflicto político nacional para "defenderse" de los "ataques" del Gobierno "chavista".