LD (EFE) El director de la Oficina de la Policía Regional de Filipinas, Vidal Querol, anunció que todos los agentes han sido puestos en alerta máxima ante la posibilidad de que tenga lugar un atentado terrorista en algún punto de Manila. El jefe ha solicitado también la colaboración plena y la vigilancia de la población de la capital, donde habitan más de diez millones de personas.
Los cuerpos de seguridad han reforzado la vigilancia en los centros comerciales, apeaderos del metro, estaciones de autocares, puertos, aeropuertos y hoteles principales de Manila. Además, se han establecido 37 puestos de control en "puntos estratégicos" de la metrópoli. Querol indicó que "no vamos a bajar la guardia porque se sabe que los terroristas atacan en el momento más oportuno".
Por su parte, el portavoz presidencial, Ignacio Bunye, declaró que el Gobierno condenó "los últimos atentados perpetrados contra inocentes civiles en Zamboanga", ciudad de mayoría cristiana situada a 890 kilómetros al sur de Manila. La presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, "ha ordenado al Ejército y a la Policía que investiguen los ataques y que lleven a sus autores ante la justicia", subrayó.
