LD (Agencias)
Zaab Saatha, uno de los portavoces del Congreso nacional Iraquí (CNI), ha dicho que “la reunión (de Nasiriya) tenía como objetivo establecer relaciones entre los grupos de oposición iraquí que estaban en el exilio y los que se quedaron dentro de Irak” durante el Gobierno del derrocado Sadam Husein. Este representante del principal grupo de oposición en el exilio puntualizó además que “ésta ha sido sólo la primera de una serie de reuniones para preparar el futuro de Irak”. Sin embargo, el camino para la formación de un Gobierno democrático ha comenzado con dos ausencias significativas.
A la reunión de este martes no han asistido ni el líder del CNI, Ahmed Chalabi, ni los representantes de la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica (ASRI) en Irak, el mayor grupo de oposición chií. La ausencia de Chalabi parece obedecer a razones de estrategia política y más concretamente a un deseo de no presentar ante la población al posible futuro presidente de Irak antes de que se pacifique el país, en manos de los salteadores. Además, Chalabi, que lleva más de 40 años en el exilio, es apenas conocido entre las clases populares iraquíes. La ausencia de la ASRI se atiene a una única razón: su líder, Baker Al-Hakim, exiliado en Irán, no comulga con el plan de EEUU para el futuro de Irak, pese a que envió a sus representantes a la reunión similar que antes de la guerra se celebró en la ciudad de Sulahadín, en el norte del país.
Más de 3.000 personas se manifestaron en Nasiriya horas antes de que Garner y Zalmay Khalilzad, enviado especial del presidente estadounidense, George Bush, para Irak, se reunieran con 80 jefes tribales y líderes de la oposición en una base aérea a quince kilómetros de la ciudad. Los congregados gritaban "viva la libertad, abajo Sadam Husein, abajo Bush". Los chiíes se quejan de que EEUU trata de excluirlos del futuro gobierno y exigen que en el mismo esté representada la hausa, el concilio de clérigos chiíes que se reúnen en la localidad santa de Nayaf.
En el otro extremo de la ciudad, en la tienda de campaña donde se celebró la reunión, Garner se mostró orgulloso de "levantarme hoy en la ciudad de Abraham, cuna de las civilizaciones, que también será la cuna de la democracia en Irak". El militar retirado se refería a que el lugar escogido para la reunión, la base aérea de Tallil, se encuentra muy cerca de Ur, donde, según la Biblia, el patriarca Abraham escuchó la voz de Dios y desde allí emprendió el camino hacia la Tierra Prometida. Khalilzad , que ya fue enviado de Bush para Afganistán, expresó por su parte "el deseo de que en Irak haya pronto una democracia".
A la reunión de este martes no han asistido ni el líder del CNI, Ahmed Chalabi, ni los representantes de la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica (ASRI) en Irak, el mayor grupo de oposición chií. La ausencia de Chalabi parece obedecer a razones de estrategia política y más concretamente a un deseo de no presentar ante la población al posible futuro presidente de Irak antes de que se pacifique el país, en manos de los salteadores. Además, Chalabi, que lleva más de 40 años en el exilio, es apenas conocido entre las clases populares iraquíes. La ausencia de la ASRI se atiene a una única razón: su líder, Baker Al-Hakim, exiliado en Irán, no comulga con el plan de EEUU para el futuro de Irak, pese a que envió a sus representantes a la reunión similar que antes de la guerra se celebró en la ciudad de Sulahadín, en el norte del país.
Más de 3.000 personas se manifestaron en Nasiriya horas antes de que Garner y Zalmay Khalilzad, enviado especial del presidente estadounidense, George Bush, para Irak, se reunieran con 80 jefes tribales y líderes de la oposición en una base aérea a quince kilómetros de la ciudad. Los congregados gritaban "viva la libertad, abajo Sadam Husein, abajo Bush". Los chiíes se quejan de que EEUU trata de excluirlos del futuro gobierno y exigen que en el mismo esté representada la hausa, el concilio de clérigos chiíes que se reúnen en la localidad santa de Nayaf.
En el otro extremo de la ciudad, en la tienda de campaña donde se celebró la reunión, Garner se mostró orgulloso de "levantarme hoy en la ciudad de Abraham, cuna de las civilizaciones, que también será la cuna de la democracia en Irak". El militar retirado se refería a que el lugar escogido para la reunión, la base aérea de Tallil, se encuentra muy cerca de Ur, donde, según la Biblia, el patriarca Abraham escuchó la voz de Dios y desde allí emprendió el camino hacia la Tierra Prometida. Khalilzad , que ya fue enviado de Bush para Afganistán, expresó por su parte "el deseo de que en Irak haya pronto una democracia".