LD (Agencias)
Las personas asesinadas este lunes en la entrada a ese centro comercial de Afula son dos de los guardianes, una mujer y un hombre, y un ciudadano palestino de Israel, Hasan ben Ismail Tauatja, de 41 años, habitante del pueblo de Yiser al Zarka. De alrededor de setenta heridos, la mañana de este martes trece de ellos permanecían ingresados en los hospitales Maimónides (Rambam) de Haifa y HaEmek de Afula; el estado de tres de ellos era crítico. Dauarme, que llegó hasta el centro comercial muy bien vestida y calzando zapatos de tacón alto, activó los explosivos que llevaba en un bolso cuando la mujer que compartía la vigilancia se propuso inspeccionarla con el detector de metales, según los testigos.
Las autoridades policiales han intensificado las medidas de vigilancia en todo el país, especialmente en el norte junto a las localidades palestinas de Cisjordania septentrional. Según fuentes policiales, las autoridades cuentan con más de cincuenta llamadas de alerta sobre posibles nuevos atentados suicidas. Los atacantes, se supone, pueden infiltrarse por los 450 kilómetros de extensión del límite entre el territorio israelí y Cisjordania. Hacerlo desde la franja de Gaza, setenta kilómetros al sur de Tel Aviv, es mucho más difícil debido a la cerca con sensores electrónicos que rodea a ese territorio de 330 kilómetros cuadrados.
El de este lunes en Afula, situada a unos siete kilómetros de la ciudad cisjordana de Jenín, fue el quinto atentado suicida desde el sábado pasado contra objetivos israelíes en Hebrón, Jerusalén, en la franja de Gaza y en esa ciudad de Galilea inferior. Doce personas, entre estas dos palestinos, perdieron la vida, y alrededor de cien entre ciudadanos judíos y árabes resultaron heridas, entre estas un médico de origen boliviano que ejerce su profesión en el hospital HaEmek de Afula. Todos los organismos de seguridad, además de la Policía Nacional, se encuentran en estado de alerta máxima en Israel pues, según advierten las autoridades, "esta nueva ola terrorista puede intensificarse".
Las autoridades policiales han intensificado las medidas de vigilancia en todo el país, especialmente en el norte junto a las localidades palestinas de Cisjordania septentrional. Según fuentes policiales, las autoridades cuentan con más de cincuenta llamadas de alerta sobre posibles nuevos atentados suicidas. Los atacantes, se supone, pueden infiltrarse por los 450 kilómetros de extensión del límite entre el territorio israelí y Cisjordania. Hacerlo desde la franja de Gaza, setenta kilómetros al sur de Tel Aviv, es mucho más difícil debido a la cerca con sensores electrónicos que rodea a ese territorio de 330 kilómetros cuadrados.
El de este lunes en Afula, situada a unos siete kilómetros de la ciudad cisjordana de Jenín, fue el quinto atentado suicida desde el sábado pasado contra objetivos israelíes en Hebrón, Jerusalén, en la franja de Gaza y en esa ciudad de Galilea inferior. Doce personas, entre estas dos palestinos, perdieron la vida, y alrededor de cien entre ciudadanos judíos y árabes resultaron heridas, entre estas un médico de origen boliviano que ejerce su profesión en el hospital HaEmek de Afula. Todos los organismos de seguridad, además de la Policía Nacional, se encuentran en estado de alerta máxima en Israel pues, según advierten las autoridades, "esta nueva ola terrorista puede intensificarse".