(Libertad Digital)
El aeropuerto de Bagdad está ya en manos de las tropas de EEUU, según la cadena de televisión
ABC
. El corresponsal, Bob Schmidt, que acompaña las fuerzas que han realizado el ataque, informó desde la pista del aeropuerto que las unidades de la Tercera División de Infantería encontraron "muy poca resistencia", según indicó ABC en su página de internet. Schmidt señaló que hubo disparos esporádicos por parte de soldados de a pie y en camionetas. Añadió que los carros de combate y vehículos blindados de la Tercera División de Infantería han entrado en el recinto del aeropuerto en la oscuridad de la noche y proceden a controlar las instalaciones. Sin embargo, el corresponsal de la cadena egipcia de televisión "Al Arabiya" en Bagdad desmiente que el aeropuerto haya caído. Las fuerzas de EEUU han lanzado en las últimas horas una gran ofensiva sobre el aeropuerto internacional de Bagdad, ubicado a unos 15 kilómetros al oeste de la capital, en un intento de asegurar su control. Según testigos presenciales citados por la emisora, las inmediaciones del aeropuerto, al sudoeste de la capital, se escucharon durante largo rato descargas de artillería. Informaciones procedentes de la zona indican que la batalla por la toma de control del aeropuerto está en estos momentos en curso y la lleva a cabo la Tercera División de Infantería. Cuando comenzó la batalla, sólo se encontraban en el aeropuerto algunos empleados y los guardias de seguridad, añadieron las fuentes. En Washington, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, ha confirmado que las tropas de la coalición anglo-estadounidense están a las afueras de Bagdad.
Por su parte, Rumsfeld compareció junto al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Richard Myers, que no quiso comentar las informaciones sobre el ataque contra el aeropuerto y se limitó a corroborar que las tropas están "cerca de Bagdad". Fuentes militares citadas aseguraron que la Tercera División de Infantería habría recibido la orden de aproximarse al aeropuerto "Sadam Husein", desde donde se podía oír ya el fuego de artillería. Sobre el corte de electricidad en la capital iraquí, Myers aseguró que las centrales eléctricas de la ciudad "no han sido un objetivo de la aviación aliada". Rumsfeld habló también sobre la situación actual en el frente y aseguró que las divisiones Medina y Bagdad "han sufrido un golpe muy serio y han tenido que ser reforzadas con soldados menos preparados del Ejército regular". "El régimen iraquí se está quedando sin soldados de verdad, por lo que pronto no habrá en sus filas mas que criminales de guerra", dijo el secretario de Defensa. Rumsfeld aseguró que "cada vez son más los musulmanes que se dan cuenta de quiénes son los auténticos amigos" y agradeció a las autoridades religiosas de Nayaf, ciudad santa chií, su colaboración para facilitar el despliegue de las tropas.
Bush, con los marines
El Pentágono confirmó este jueves que, con la muerte de un infante de la Marina cerca de Nasiriya, llegó a 51 la cifra oficial de muertos entre las tropas estadounidenses que combaten en Irak desde hace dos semanas. Este miércoles cayó en Irak un helicóptero Black Hawk del Ejército y hoy un avión de combate F/A-18C de la Armada, con lo cual podría subir el número de fallecidos entre las tropas de EEUU. Según el Mando Central en Doha, las tropas estadounidenses se acercan a los suburbios de Bagdad y la vanguardia de las tres columnas que avanzan hacia allí se encuentran a las puertas de la capital iraquí. El Tercer Escuadrón del Séptimo Regimiento de Caballería acorazada, integrado en la Tercera División de Infantería Mecanizada de Estados Unidos, ha alcanzado ya las inmediaciones del aeropuerto internacional Sadam, situado a 20 kilómetros del centro de la capital iraquí, según el Mando Central.
Por su parte, el presidente de EEUU, George W. Bush, ha explicado ante miles de soldados que "no nos detendremos hasta que Irak sea libre". En un discurso pronunciado en la principal base de infantería de Marina de Estados Unidos, el presidente aseguró que el final del régimen de Sadam Husein está muy cercano y agradeció la labor de los soldados que luchan en Irak, cuando se cumplen dos semanas del comienzo de la guerra. "Lo que hemos empezado lo vamos a terminar", proclamó un Bush sonriente y relajado, que insistió en que "la pinza se está cerrando y se acerca el final de los días de un régimen brutal". En su discurso, el presidente declaró que "el régimen iraquí está aprendiendo que mantenemos nuestra palabra", antes de insistir en que el objetivo de las tropas de EEUU es acabar con el gobierno de Sadam Husein y destruir sus arsenales de armas de destrucción masiva. "Nuestro destino es Bagdad y no aceptaremos nada que no sea una victoria completa y definitiva". Además, Bush denunció que Sadam Husein trata de "maximizar las víctimas civiles" de la guerra y "usarlas para su propia propaganda". "Son criminales de guerra y serán tratados como criminales de guerra", recalcó.
