LD (EFE) La Policía de la capital de Kirguizistán, Bishkek, ha calculado que unos diez manifestantes han secundado el llamado del grupo opositor "Por las reformas" para protestar contra el régimen del presidente Kurmanbek Bakíev, al que responsabilizan de actos de corrupción y represión. Los inconformes se congregan en la plaza Ala-Too, frente a la Casa de Gobierno.
Desde la tribuna el diputado y ex presidente del Parlamento, Omurbek Tekebáyev, dijo que "cuando hicimos la revolución, queríamos cambios. Queremos que Kirguizistán tenga un Gobierno justo. Bakíev no justificó la confianza depositada en él". Los opositores exigen también la destitución del fiscal general, Kambaraly Kongantiev, y la nacionalización de los bienes de Akáyev.
El ex fiscal general de Kirguizistán, Azimbek Beknazárov, dijo que "hoy ha comenzado la segunda etapa de la revolución del 24 de marzo. Hace un año creíamos que se había acabado el nepotismo, pero no es así. Ahora la familia de Bakíev controla el país". Recalcó que la oposición no se moverá de la plaza hasta que no sean satisfechas sus demandas, que incluyen la adopción de una nueva Constitución que reduzca los poderes del presidente en favor de los del Legislativo.
