Al menos 23 personas murieron en un enfrentamiento registrado este miércoles en una prisión de la localidad de Durango (norte de México), después de varios reos vinculados a cárteles de la droga iniciaran una riña, informó el Ejército.
Los hechos se registraron a la hora del desayuno entre presos vinculados con el poderoso cártel de Sinaloa y prisioneros de reciente ingreso relacionados con el cártel del Golfo y su brazo armado, el grupo Los Zetas.
"Hay 23 muertos, todos son reos", detalló el comandante militar de Durango, general Moisés Melo García, quien envió decenas de soldados a la prisión ubicada en las afueras de la capital estatal a petición de las autoridades policiales.
Los violentos cárteles de la droga abrieron en Durango un nuevo frente en la guerra del narcotráfico, extendiendo sus batallas al otrora tranquilo estado. La brutal violencia ligada a la droga ha dejado más de 17.000 muertos en México desde finales del año 2006.
Desde 2006, el acoso a los cárteles ha traído consigo una pugna entre ellos mismos por el control de las rutas de contrabando de droga. En los penales mexicanos aumentó significativamente la población de reclusos del crimen organizado en los últimos tres años, lo que ha provocado frecuentes choques entre los internos.
El caso de Durango -ubicado en el llamado "triángulo dorado de las drogas" de México, estado que tiene en su interior y en los estados contiguos a diversos cárteles, es significativo; en sus prisiones coinciden reos de facciones enfrentadas.
Desde 2008 al día de hoy, ciento treinta y tres presos han muerto en motines en cárceles mexicanas, setenta de ellos en el estado de Durango. Salvo una de las muertes, todas se produjeron en el norte del país.
Los penales de Durango "son centros de baja y mediana seguridad", los cuales no están hechos para "atender internos de alta peligrosidad", apuntó hace meses con motivo de un motín el titular estatal de Seguridad Pública, Jorge Castillo.
Por el momento, la fiscalía duranguense no ha precisado a qué grupos criminales estaban ligados los implicados en esta riña. En el exterior de la prisión se han concentrado familiares de presos, en demanda de información sobre lo sucedido.
El mismo penal donde sucedieron los hechos, ubicado en la carretera a Parral, a unos cinco kilómetros del centro de la ciudad de Durango, capital estatal, ha sido escenario de dos incidentes similares en los últimos 16 meses, que han arrojado un total de 15 presos muertos.
El primero de ellos tuvo lugar en marzo de 2008, con un saldo de ocho reclusos muertos; el otro, el 22 de marzo, con siete.
Otro penal duranguense, el situado en la localidad de Gómez Palacio, registró asimismo un motín en agosto, con un saldo de diecinueve muertos. Los presos se enfrentaron entonces durante cuatro horas, con armas blancas y de fuego.
Un centro de la misma localidad había sido objeto tiempo antes de otras dos peleas carcelarias que dejaron seis muertos.