LD (Agencias) Tras la acusación formulada por la Fiscalía de la Corte Penal internacional contra Omar Hasan al-Bachir, el presidente de Sudán se suma al yugoslavo Slobodan Milosevic y al liberiano Charles Taylor de ser acusados de graves violaciones a los derechos humanos durante su mandato. De esta manera, la justicia internacional da un nuevo paso para acabar con la inmunidad que hasta hace dos décadas gozaban los jefes de Estado y de Gobierno.
El presidente sudanés, que llegó al poder en 1989, ha sido acusado de crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio en la provincia sudanesa de Darfur, donde cinco años de conflicto han causado más trescientos mil muertos y 2,5 millones de desplazados.
Taylor (1997-2003) está siendo juzgado en custodia del Tribunal Especial de Sierra Leona por crímenes de guerra y lesa humanidad en la guerra civil de ese país entre 1991 y 2002 y que causó cerca de 50.000 muertos. Se espera que se dicte sentencia a finales de 2009.
El primero de los tres fue Milosevic (1989-2000), acusado en 1999 por un tribunal internacional en La Haya de crímenes contra la Humanidad, detenido en 2001 y quien murió en 2006 mientras era procesado. Sin embargo, la cifra de acusados por violaciones de derechos humanos aumenta considerablemente al referirse a ex mandatarios.
Algunos han muerto sin llegar a ser condenados por delitos de lesa humanidad o genocidio, como los ex dictadores chileno Augusto Pinochet (1973-1990) o el paraguayo Alfredo Stroessner (1954-1989), mientras que el iraquí Sadam Husein (1979-2003), fue ejecutado en cumplimiento de una sentencia en 2006.