L D (Agencias)
El Pentágono coordina la primera reunión formal para perfilar lo que será el futuro Gobierno interino de Irak. A la sesión, que se celebra en la ciudad de Nasiriya, asisten 49 personalidades y políticos iraquíes, entre los que figuran kurdos, suníes y chií, además de representantes de la monarquía derrocada en 1958. El militar retirado Jay Garner, encabeza los trabajos ya que presidirá la próxima administración encargada de dar paso a la transición dirigida por iraquíes. Así, el secretario de estado estadounidense, Colin Powell, dijo al respecto que “comienza la formación del nuevo sistema político para el nuevo Gobierno iraquí. Por eso, la cita tendrá en cuenta los intereses de todo el pueblo de Irak”.
Testigos presenciales han mencionado que entre tres y cuatro mil personas tomaron las calles centrales de Nasiriya y gritaron eslóganes como "No a América, no a Sadam (Husein)", o "Viva la libertad". Según las fuentes, los manifestantes son chiítas descontentos con el formato de la reunión, apadrinada por el gobierno de Washington, y que reclaman que la población chiíta esté representada en la nueva autoridad provisional iraquí por las "Hauzas", o escuelas religiosas chiítas.
Zalmai Jalilzad, representante especial del presidente George Bush, será el coordinador de los debates que comenzarán con una intervención del general retirado Jay Garner, máximo responsable de la Oficina para la Reconstrucción y la Ayuda Humanitaria (ORHA). El moderador será el embajador Ryan Crocker, subsecretario adjunto del Departamento de Estado para asuntos de Oriente Medio que reabrió la embajada de Afganistán tras la intervención militar en ese país y que habla árabe con fluidez. Powell reconoció que hay grandes expectativas puestas en esta conferencia, pero consideró que no se debe esperar más que "un inicio modesto para permitir al menos comenzar el diálogo" político.
Desde la Casa Blanca también se subrayó que se trata de "un trabajo preliminar, de una sesión de planificación", según el portavoz presidencial, Ari Fleischer, quien aseguró que no hay que esperar acuerdos concretos. "Esta es una reunión que ayudará, en nuestra opinión, a cimentar el camino previo para lo que eventualmente se convertirá en la autoridad interina iraquí", dijo el portavoz, quien informó de que "habrá muchas más reuniones en distintos lugares del país". Philip Reeker, portavoz del Departamento de Estado, reconoció las dificultades para conseguir que todas las tendencias políticas y nacionales estén presentes y que Washington está tratando de identificar a las más representativas del pueblo iraquí.
Un gran ausente de la reunión será Ahmed Chalabi, el presidente del Congreso Nacional Iraquí (CNI), un grupo de exiliados con sede en Londres, que dijo que enviará a un representante, a pesar de que él mismo se encuentra en Nasiriya con 700 de sus partidarios. Chalabi tiene el apoyo del departamento de Defensa, pese a su controvertido pasado como banquero, y tomó la delantera política a sus rivales para encabezar un Gobierno en Irak cuando EEUU lo transportó junto con su brigada a Nasiriya la semana pasada.
Por su parte, la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica Iraquí (ASRII), el principal grupo de la oposición chiíta, anunció que no participará en la reunión. "Nosotros no tomaremos parte en el encuentro de Nasiriya, ya que éste no favorecerá al pueblo iraquí", dijo uno de los dirigentes de la agrupación, Abdelaziz Hakim, en una rueda de prensa celebrada en la capital iraní, donde tiene su sede la ASRII. "Desde el comienzo, la independencia ha sido nuestro manifiesto. No aceptamos el patrocinio de EEUU o de otros. Nuestro país rechaza cualquier tipo de dependencia", recalcó Hakim. A su juicio, en la sesión se debería abordar el proyecto de futuro para Irak tras el derrocamiento del régimen de Sadam Husein, acordado por seis partidos de la oposición iraquí en Londres, en diciembre pasado.
Testigos presenciales han mencionado que entre tres y cuatro mil personas tomaron las calles centrales de Nasiriya y gritaron eslóganes como "No a América, no a Sadam (Husein)", o "Viva la libertad". Según las fuentes, los manifestantes son chiítas descontentos con el formato de la reunión, apadrinada por el gobierno de Washington, y que reclaman que la población chiíta esté representada en la nueva autoridad provisional iraquí por las "Hauzas", o escuelas religiosas chiítas.
Zalmai Jalilzad, representante especial del presidente George Bush, será el coordinador de los debates que comenzarán con una intervención del general retirado Jay Garner, máximo responsable de la Oficina para la Reconstrucción y la Ayuda Humanitaria (ORHA). El moderador será el embajador Ryan Crocker, subsecretario adjunto del Departamento de Estado para asuntos de Oriente Medio que reabrió la embajada de Afganistán tras la intervención militar en ese país y que habla árabe con fluidez. Powell reconoció que hay grandes expectativas puestas en esta conferencia, pero consideró que no se debe esperar más que "un inicio modesto para permitir al menos comenzar el diálogo" político.
Desde la Casa Blanca también se subrayó que se trata de "un trabajo preliminar, de una sesión de planificación", según el portavoz presidencial, Ari Fleischer, quien aseguró que no hay que esperar acuerdos concretos. "Esta es una reunión que ayudará, en nuestra opinión, a cimentar el camino previo para lo que eventualmente se convertirá en la autoridad interina iraquí", dijo el portavoz, quien informó de que "habrá muchas más reuniones en distintos lugares del país". Philip Reeker, portavoz del Departamento de Estado, reconoció las dificultades para conseguir que todas las tendencias políticas y nacionales estén presentes y que Washington está tratando de identificar a las más representativas del pueblo iraquí.
Un gran ausente de la reunión será Ahmed Chalabi, el presidente del Congreso Nacional Iraquí (CNI), un grupo de exiliados con sede en Londres, que dijo que enviará a un representante, a pesar de que él mismo se encuentra en Nasiriya con 700 de sus partidarios. Chalabi tiene el apoyo del departamento de Defensa, pese a su controvertido pasado como banquero, y tomó la delantera política a sus rivales para encabezar un Gobierno en Irak cuando EEUU lo transportó junto con su brigada a Nasiriya la semana pasada.
Por su parte, la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica Iraquí (ASRII), el principal grupo de la oposición chiíta, anunció que no participará en la reunión. "Nosotros no tomaremos parte en el encuentro de Nasiriya, ya que éste no favorecerá al pueblo iraquí", dijo uno de los dirigentes de la agrupación, Abdelaziz Hakim, en una rueda de prensa celebrada en la capital iraní, donde tiene su sede la ASRII. "Desde el comienzo, la independencia ha sido nuestro manifiesto. No aceptamos el patrocinio de EEUU o de otros. Nuestro país rechaza cualquier tipo de dependencia", recalcó Hakim. A su juicio, en la sesión se debería abordar el proyecto de futuro para Irak tras el derrocamiento del régimen de Sadam Husein, acordado por seis partidos de la oposición iraquí en Londres, en diciembre pasado.