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LA CÁMARA ESTIMA QUE "PUEDE HABER DELITO"

Otros cuatro altos cargos de Brown utilizaron dinero público para sus gastos

Según el Daily Telegraph, cuatro secretarios de Estado británicos también abusaron del sistema de compensaciones económicas al que tienen derecho los parlamentarios, un caso que ha causado una gran polémica en el Reino Unido. La Cámara considera que "puede haberse cometido delito".

Según el Daily Telegraph, cuatro secretarios de Estado británicos también abusaron del sistema de compensaciones económicas al que tienen derecho los parlamentarios, un caso que ha causado una gran polémica en el Reino Unido. La Cámara considera que "puede haberse cometido delito".

L D (EFE) Por segundo día consecutivo, el diario The Daily Telegraph revela el sábado la cantidad de dinero público reclamado por los miembros del Gobierno, en muchos casos compensaciones absurdas que ponen en entredicho la integridad de los parlamentarios.

Después de que ese periódico conservador publicase el viernes varias páginas de las aportaciones disfrutadas por varios ministros, entre ellos el jefe de Gobierno, Gordon Brown, el artículo del sábado desvela que cuatro secretarios de Estado también se aprovecharon del sistema.

Estas revelaciones -resalta el matutino- ponen de manifiesto que el escándalo de los gastos no salpica únicamente a los miembros del Gabinete, sino que alcanza a más altos cargos laboristas.

En concreto, el secretario de Estado de Sanidad, Ben Bradshaw, reclamó el pago de los intereses de toda la hipoteca obtenida para la compra de un piso que compartía con su pareja, si bien él era propietario de la mitad del valor del inmueble.

Otro secretario de Estado, el de Asistencia Médica, Phil Hope, gastó más de 37.000 libras (unos 41.477 euros) en amueblar y arreglar un piso de dos dormitorios en el sur de Londres.

La secretaria de Estado de Cultura, Barbara Follett, que es multimillonaria, gastó 25.000 libras (unos 28.000 euros) en la vigilancia de su casa en Soho (Londres) a costa del contribuyente. Si bien se le advirtió de que esa compensación económica podía ser vista como "excesiva" si la información salía a la luz pública, Follett decidió seguir adelante con el gasto.

En el caso del secretario de Estado de Inmigración, Phil Woolas, éste reclamó dinero para la compra de ropa femenina, tampones y pañales, según la información publicada por The Daily Telegraph.

Las reglas estipulan que los diputados deben asegurarse de que el dinero reclamado está directamente relacionado con sus actividades parlamentarias y que no debe haber un "mal uso del dinero público". Los comentaristas resaltan que estos abusos afectan la integridad del Parlamento británico, visto siempre como modelo de representación del pueblo.

Esta información aparece en momentos en que el apoyo del electorado al Gobierno del laborista Brown cae cada vez más a tan sólo un año de la convocatoria de elecciones generales.

El rotativo ha prometido publicar más revelaciones comprometedoras sobre el sistema de compensaciones económicas y que salpica, no sólo al Gobierno, sino a todos los partidos políticos.

Gordon Brown se limitó a afirmar que el actual "sistema (de ayudas a los diputados) no funciona" y que "debe cambiar".

Tras divulgarse la información del diario, las autoridades de la Cámara de los Comunes pidieron a la Policía Metropolitana de Londres (conocida popularmente como Scotland Yard) que investigue la filtración de los datos sobre los gastos de los diputados.

La Cámara, afirmó un portavoz oficial, considera que existen "motivos razonables para creer que se ha podido cometer un delito".

Entre los puntos más escandalosos de las revelaciones figura el de la factura por valor de 6.577 libras (unos 7.366 euros) pagada por Brown a su hermano Andrew por los servicios de limpieza en un piso que tuvo en Londres durante los años 2004 y 2006.

Según los detalles, los hermanos compartían una asistenta para sus respectivos pisos en Londres, pero los pagos los hacía Andrew Brown y el primer ministro le pagaba a éste la parte que le correspondía por las tareas realizadas en su vivienda.

Además, el ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband, gastó altas sumas en jardinería para la casa que tiene en su circunscripción de South Shields, noreste de Inglaterra, lo que llevó al mismo jardinero a preguntarle si merecía la pena gastar tanto dinero en plantas "teniendo en cuenta el relativo corto periodo de tiempo que Usted estará allí".

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