
LD (EFE) Un hombre inválido y su hijo secuestraron durante cuatro horas un avión de la compañía colombiana "Aires", en el que viajaban otros 18 pasajeros, entre ellos dos bebés, y 5 tripulantes, para exigir una indemnización del Estado que le había sido denegada. Los antecedentes de secuestros aéreos en el país por parte de los terroristas de las FARC o el ELN, hicieron que las fuerzas de seguridad se movilizaran.
Los autores del secuestro, identificados como Porfirio Ramírez Aldana, de 42 años, postrado en silla de ruedas, y su hijo, Businhauer Ramírez Reynoso, de 23, informaron de su acción a la tripulación, que a su vez la dio a conocer al pasaje. La aeronave, un bimotor a hélice, había despegado de Florencia, en el sur del país, con destino a Bogotá y escala en Neiva, en el suroeste.
Los secuestradores ordenaron al piloto, tras decirle que portaban explosivos, que tomase rumbo directo a Bogotá y exigieron que en el aeropuerto Eldorado estuvieran un miembro de una organización de derechos humanos, un sacerdote y un funcionario de la Fiscalía. Hace catorce años, Porfirio Ramírez Aldana resultó herido de bala en un registro en su vivienda, que le produjo la invalidez, por lo que demandó al Estado, pero la semana pasada el fallo judicial le denegó la indemnización.
El avión aterrizó en el aeropuerto internacional Eldorado, que ya había sido cerrado, y fue estacionado en una pista próxima al Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam), de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC). En sus inmediaciones esperaban cerca de 250 hombres de las fuerzas especiales, una docena de ambulancias y tres coches de bomberos. Algunas personas subieron al avión, al parecer miembros de la comisión negociadora, para hablar con los dos secuestradores, aunque los términos de la negociación se desconocen por el momento.
