LD (EFE) Fuentes médicas de dos hospitales del norte de la franja de Gaza han confirmado que diecinueve palestinos han muerto y otros cuarenta permanecen heridos, varios de ellos graves, después de un ataque de la artillería israelí. Entre las víctimas hay mujeres y niños. Un portavoz del Ministerio de Salud palestino, Jaled Radi, dijo que todas las víctimas mortales son civiles, al igual que las personas que permanecen hospitalizadas en cuatro centros de la franja mediterránea.
Trece de los fallecidos son miembros de una misma familia. Testigos presenciales palestinos dijeron que tanques israelíes estacionados al este de la localidad de Beit-Hanún efectuaron tres ráfagas de disparos contra tres viviendas. Uno de los domicilios era un edificio de cuatro plantas, que resultó seriamente dañado.
Las fuentes palestinas agregaron que el disparo de los tanques se produjo después de que un grupo de terroristas palestinos se disponían a lanzar cohetes "Al-Kasam" contra territorio israelí. El Ejército israelí informó de que, según una investigación preliminar de lo ocurrido, sus fuerzas dispararon fuego de artillería contra un punto desde el que milicianos palestinos disparaban cohetes.
Según informaciones locales, decenas de bombardeos y misiles cayeron de forma simultánea en un área reducida de Beit-Hanún y las ambulancias y los equipos de emergencia encontraron serias dificultades para evacuar a los heridos. Asimismo, los residentes de la zona han sido llamados a donar sangre, pues se cree que el número de víctimas podría aumentar por la magnitud de los ataques.
