Tras una semana muy dura, en la que anunció que no repetiría al frente del PP de Andalucía tras no lograr mayoría absoluta en las elecciones autonómicas, llegó el calor del jefe, que también se demostró un amigo en los momentos difíciles. “Lo necesitamos, te necesito yo, para que quede claro”, le dijo Mariano Rajoy, ante un amplio abanico de cargos, entre ministros y miembros de las dirección nacional. El presidente aún fue un paso más allá y vinculó el futuro del veterano político con la crisis económica actual: “Hemos dado juntos algunas batallas, y juntos las vamos a dar, la batalla de la salida de crisis, y la vamos a ganar”.
El abrazo, físico y metafórico, se hizo todavía más intenso al destacar la “raza” del político, “que ha aportado muchísimo” y que “lo que tiene que volver a aportar será mucho”, en palabras de Rajoy, que proclamó a los cuatro vientos que “en ningún caso” es un dirigente “del que se puede prescindir”. “Te apoyo y te digo que te necesitamos”, concluyó, recibiendo posteriormente el aplauso del auditorio.
Así, el presidente convirtió a Javier Arenas en el verdadero protagonista de la 17º Interparlamentaria popular, en la que se le hizo un hueco en la clausura para que tomara la palabra. Y él, como si supera de antemano lo que el líder iba a decirle poco después, ya habló como si de un portavoz gubernamental se tratara: “Vamos a salir de la crisis con la agenda reformista de Rajoy. Vamos a volver a conseguir que España sea tierra de oportunidades”, dijo desde el atril.
Con un apoyo tan explícito y contundente, nada más comenzar su intervención ante los suyos, el presidente volvió a abrir no ya el debate sobre si tendrá un puesto de responsabilidad en Madrid -cosa que se da por descontada- sino los plazos que está manejando para devolverle a la primera línea de la política. Arenas, visiblemente más delgado, solo sonrió preguntado sobre qué hará una vez pasen las vacaciones de verano, pero no pocos e importantes dirigentes apuntan a que tendrá que ser algo que le “sacie” y “no será fácil”, habida cuenta de su extenso currículum.
En el PP son aplastante mayoría quienes piensan que irá a la administración, y no al partido. Comentada fue la ausencia de María Dolores de Cospedal en San Sebastián el sábado, si bien sí estuvo en la inauguración. “Yo creo que contará con él, no me quepa la menor duda. El problema de Javier es que no está en la mente del Gobierno ejecutar hoy una crisis de gobierno”, reflexionó un ministro, antes de la convocatoria popular. El sábado por la noche, Arenas cenó con una de sus más estrechas colaboradoras en el Ejecutivo: Ana Mato, responsable de Sanidad. Ambos hablaron de lo ocurrido, aunque callaron públicamente.
Arenas, al que se le escuchó un “gracias” tras los ánimos de Rajoy, aún se encuentra apesadumbrado por acariciar el cambio político en Andalucía, si bien su círculo más próximo ya se está trasladando en la capital. Tras el espaldarazo, bien se podría decir que ya está un paso más cerca de la Moncloa, en voz de varios dirigentes populares.