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Voces en el PP reclaman a Rajoy que "explique más" los ajustes

La agenda de Rajoy se reduce al mínimo. Se caen sus actos del PP y este jueves no está previsto que asista a la aprobación de los ajustes.

La agenda pública de Mariano Rajoy, muy intensa -frenética incluso en algunas semanas, cuando tuvo giras internacionales con varias conferencias ante los medios de comunicación- desde que accedió al poder, se ha visto drásticamente menguada hasta quedar prácticamente en la nada. Y así va a seguir siendo durante el periodo estival, con cancelaciones incluidas. El ejemplo más evidente del cambio de política informativa llegó el pasado viernes, cuando la Secretaría de Estado de Comunicación avanzó los actos del presidente hasta el domingo 22 de julio: sesión de control al Gobierno y Consejo de Ministros. Nada más, al menos en público.

Todo es susceptible de cambio, aseguran fuentes gubernamentales. Pero, de momento, no están previstas modificaciones en el calendario del jefe del Ejecutivo de aquí al mes de agosto. No hay noticias de viajes al extranjero -se rumoreó con la posibilidad de visitar la Casa Blanca, pero de momento no llega la confirmación- y el Partido Popular ratifica que no habrá, salvo sorpresa de última hora, ningún mitin del presidente hasta septiembre.

Así, aunque Rajoy llamó a los suyos a salir "con la cabeza bien alta" bajo la convicción "de que estamos haciendo lo que es preciso hacer", sus actos públicos escasean. Más aún sus ruedas de prensa; la última fue tras el Consejo Europeo en el que España, en colaboración con Italia y Francia, logró compromisos concretos de los aliados comunitarios que ahora se hacen esperar, como la lucha contra la crisis de deuda. "No tenéis nada de que avergonzaros, no tenemos nada de que avergonzarnos", exclamó.

Sin embargo, el momento en el que pronunció estas palabras ya denotaron excepcionalidad, en un contexto de creciente crispación social. Fue en la adelantada clausura del congreso del PP de Andalucía. Rajoy iba a poner fin al cónclave el domingo, tras tres largos días de discursos y ponencias, pero una hora antes de acceder al Palacio de Ferias y Congresos de Granada su equipo informó a los medios de que todo se adelantaba al sábado. Se argumentó que "el ambiente" no estaba "para fiestas".

La seguridad fue un factor decisivo en la decisión final. Los sindicatos habían convocado decenas de autobuses, que presumiblemente iban a llegar de cada rincón de Andalucía, para protestar a las puertas del edificio. La Delegación del Gobierno mandó un SOS a Moncloa: el inmueble podía convertirse en "una ratonera" si la protesta era masiva, como así se preveía. No aseguraba que pudiera controlarla. Y se optó no sólo por cancelar y adelantar, sino por informar con sigilo para que a los funcionarios -que eran los convocados- no les diera tiempo a acudir a protestar en gran cuantía. La instantánea de un presidente recibido por pancartas y abucheos no llegó a producirse.

Sin actos del PP

En paralelo, caían otros dos actos de partido retrasándose hasta septiembre. En concreto, la escuela de verano que se iba a celebrar en Gandía -en la que se suele hacer balance y se estudia la estrategia política de cara al curso político venidero- y una Intermunicipal fechada para este fin de semana en Santiago de Compostela. "Todo ha influido, pero con lo que hay se ha decidido que no era el momento", es la respuesta de Génova, sin entrar en más detalles. No está confirmada su presencia en el congreso de Nuevas Generaciones, previsto para los días 27, 28 y 29.

Fuentes gubernamentales confirman que "la seguridad es lo primero". Días antes, un equipo de avanzadilla acude al lugar en el que el presidente va a hablar, se estudian las variables posibles y, si no se cumplen los requisitos, se opta por no ir. Cabe recordar la reducción de escoltas del presidente, así como de su gabinete. En este sentido, el Congreso de los Diputados es considerado un escenario seguro, muy controlado por las fuerzas del orden. Y ése ha sido, y será, el único desplazamiento del presidente esta semana.

Voces del PP piden explicar las reformas

La otra fotografía del presidente está prevista el viernes, en el Consejo de Ministros. Una imagen que se tomará al inicio de la reunión, como es habitual. En ese momento no están los periodistas, sino únicamente los fotógrafos y cámaras de televisión. Hasta después de las vacaciones "no habrá lío", adelantan en Moncloa, con sólo visitas a la Cámara Baja a la vista. Aunque, se insiste, la agenda puede sufrir modificaciones. No se descarta, aunque no está prevista, una rueda de prensa.

Si algo se elogió en la bancada popular el miércoles once, día del anuncio del nuevo paquete de reformas, es que Rajoy diera la cara ante lo que se le venía encima a los ciudadanos. Y, según algunas voces, hay que mantener el listón. "Tenemos que explicarnos, los españoles tienen que saber por qué estamos tomando estas decisiones, cuál es el origen de esta situación", en opinión de un parlamentario popular. Oficialmente se comparte el diagnóstico, pero también la agenda presidencial.

"Rajoy tiene que hablar más, explicar más, porque si no nos viene encima una temporada muy dura. Y esto ya recuerda a cuando nos teníamos que refugiar en colegios y deportivos durante la guerra de Irak", rememora otro cargo popular. En privado, esta idea se multiplica: "Si no tenemos nada de qué avergonzarnos, que el presidente dé ejemplo y hable todos los días. Que salga todos los días en el telediario y explique por qué y quién nos ha traído hasta aquí", incidió un colega de filas. Todos aplaudieron a Rajoy cuando hoy se revolvió ante Alfredo Pérez Rubalcaba cuando hizo una enmienda a la totalidad a su plan de acción.

Si algo preocupa al Ejecutivo es una helenización en las calles. Esto es, "contenedores ardiendo y fotografías de cargas policiales" en la prensa extranjera. De momento, aseguran, las protestas son minoritarias, pero temen lo que pueda ocurrir en otoño. Coincidiendo con la última sesión de control al Gobierno, el Congreso amaneció convertido en un fortín, y la comitiva de Rajoy no tuvo problema alguno en sus desplazamientos. Preguntado en los pasillos por el enfado ciudadano, el presidente contestó: "Hay que hacer un esfuerzo; ya sabemos que es duro, que a mucha gente le hace daño, pero si no lo hacemos, España no saldrá y si lo hacemos, España saldrá adelante. Comprendo que esto hay mucha gente que no lo comparte; a mí hay cosas que no me gustan, pero en este momento no tenemos otra alternativa".

En su despacho, Rajoy sigue con su intensa ronda de contactos internacionales. Su objetivo ahora: dar "la batalla" en el seno comunitario, a fin de que Bruselas active de una vez por todas los instrumentos creados para relajar la crisis de deuda. La situación, admite un portavoz oficial, es "inaguantable", con la prima de riesgo escalando a los 570 puntos y el bono español a diez años rozando la línea roja del 7%. Según el propio Luis de Guindos, tales niveles no se pueden mantener en el medio plazo, y la cosa no parece mejorar ni a pesar de las últimas medidas emprendidas.

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