Francisco Álvarez Cascos asegura, en declaraciones a Libertad Digital, que responde única y exclusivamente ante sus palabras y no a las "especulaciones" que se están reproduciendo en las últimas horas y que, según cree, tienen como único objetivo torpedear la candidatura que representa.
Por ello, el que fuera ministro de Fomento pone luz ante tanto rumor y recuerda los tres pilares clave en los que sustenta su ofrecimiento a Mariano Rajoy para sacar al PP de Asturias del atolladero en el que vive inmerso.
El primero, y fundamental, es que mantiene esa "disponibilidad", transmitida personalmente en hasta dos ocasiones al líder de los populares, que le dijo que sería el cabeza de cartel en 2011. "No me voy a mover de mi disposición. Siempre ha sido mi postura", sentencia.
Eso sí, el segundo punto "imprescindible" es la convocatoria de un congreso extraordinario para que las bases del partido den su opinión. Y es que Cascos está convencido, y miles de firmas así lo avalan, que los militantes del PP de Asturias refrendarán su candidatura. "No seré un candidato florero".
"Sin congreso extraordinario, todo lo demás cae", sentencia el ex secretario general de los populares, que destaca en este sentido que "las fechas están venciendo", habida cuenta de que la convocatoria electoral es el 22 de mayo del año próximo.
Cabe recordar, en este sentido, que la dirección del PP asturiano rechaza de plano la celebración de un cónclave, conocedora de que perderían con su celebración todo su poder. Por el contrario, barones regionales de peso como Esperanza Aguirre o Alberto Núñez Feijóo apuestan porque se convoque. José Ramón Bauzá, que ya se enfrentó a uno para presidir el PP de Baleares, afirma contundente que es "la mejor fórmula" para acabar con las crisis internas.
Por último, la tercera clave a ojos de Cascos es que el Comité de Derechos y Garantías de la formación tome medidas contra el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, y todos aquellos que se han dedicado a insultarle. "Mi perplejidad es también malestar", admite el ex ministro, que ya en su día pidió amparo al órgano disciplinario sin recibir respuesta.
Dice Cascos que esta actitud merece una "reflexión" y destaca a renglón seguido que los estatutos del partido "están para cumplirse", al igual que él respeta las decisiones del PP. Tal y como desveló en su día Libertad Digital, fue la dirección nacional la que dio orden de no actuar ante los agravios de De Lorenzo, que llegó a utilizar el término "kale borroka" para referirse al ex ministro.
Tres puntos, enlazados entre sí, que no son nuevos, pero que hoy tienen más vigencia que nunca ante el alud de informaciones que se están produciendo. "Yo me encargo", dijo Rajoy hace ya nueve meses. La crisis sin embargo se agranda por momentos mientras que la decisión final podría demorarse hasta febrero.