El etarra Ibai Beobide admitió en una conversación interceptada en la cárcel por la Guardia Civil que se reunió en 2008 con el etarra Cubillas, protegido de Chávez, en un viaje de quince días que realizó a Venezuela. El viaje lo hizo cuando era un terrorista no fichado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a pesar de que ya había cometido varios atentados.
Sin embargo, durante esas fechas Beobide no era el único etarra que se encontraba de viaje en Venezuela. Tal y como cuentan los propios etarras, el país dirigido por Chávez se había convertido en un centro de peregrinación para los miembros de ETA. Allí coincidió con el abogado Joseba Agudo Mancisidor, detenido hace un año por pertenencia a ETA.
De este modo, el también etarra Lorenzo Ayestarán se encontraba en esos días impartiendo presuntamente cursillos a terroristas de ETA y chilenos sin ningún tipo de problemas a pesar de la petición de extradición emitida por España contra él y Iurgi Mendinueta. Ambos estuvieron detenidos dos años cuando estaban en Francia con el objetivo de reincorporarse a la actividad de la banda.
Hasta Venezuela también se desplazaron otros dos etarras, Javier Atristaín y Juan Carlos Besance, etarras del grupo Imanol y que estaban a las órdenes de Beobide. Curiosamente, estos dos terroristas son los que hablaron de su relación con el régimen de Hugo Chávez tras ser arrestados.
La Guardia Civil comprobó todas las declaraciones de los dos etarras y confirmaron sus versiones sobre sus viajes a Venezuela y sus contactos con Cubillas. Igualmente, en una conversación captada en la cárcel entre Beobide y Juana Regueiro, dirigente de la Mesa Nacional de Batasuna, en noviembre de 2008 éste le informó sobre su viaje al país americano y su contacto con Cubillas y su mujer, jefa de comunicación del Ministerio de Agricultura de Chávez, así como su encuentro con el abogado etarra Agudo Mancisidor.