El comunicado de ETA no ha convencido a nadie –salvo a EA, que lo valora positivamente-, tampoco al Gobierno vasco, que considera que la banda sólo pretende "controlar" sus filas mientras mantiene la actividad terrorista.
En declaraciones a los medios en Bilbao, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, ha advertido a Batasuna que únicamente tiene dos vías para hacer política: o pedirle a ETA que abandone la violencia o "independizarse" de la banda terrorista."No hay otro camino", ha alertado.
El PP cree que la banda terrorista tan sólo pretende "zanjar un enfrentamiento interno con la garantía de las armas". El portavoz del PP en el País Vasco, Leopoldo Barreda, ha considerado que el comunicado está escrito en términos de "mucha clave interna" y supone la "reiteración de la amenaza a la sociedad democrática".
También ara el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, el comunicado de ETA está destinado al "consumo interno" y ha criticado que los terroristas no digan lo que la "inmensa mayoría" de la sociedad vasca reivindica: "que cierre la persiana y que abandone de manera definitiva e incondicional la práctica del terrorismo".
Aralar también ha considerado "contradictorio" que ETA acepte las propuestas de su entorno pero al mismo tiempo "continúe con la lucha armada". En un comunicado, Aralar ha reconocido que "percibe otro lenguaje y otro tono" en el último mensaje de la banda, pero ha insistido en que el comunicado que la sociedad espera es el del "cese unilateral de la violencia".
Por su parte, la práctica totalidad de los partidos navarros con representación parlamentaria han recibido con "escepticismo" y "desconfianza" el comunicado de ETA, ya que todos desearían el anuncio del cese de la violencia terrorista.
La única voz que se ha desmarcado de este mensaje unitario ha sido la del secretario general de EA, Peio Urizar, que ha hecho una "valoración positiva" del comunicado porque, dice, "ayuda a la situación".