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LA "PESADILLA" DE RAJOY Y EL "LADO SALVAJE" DE GALLARDÓN

La edición de El País de este domingo parece tener un único objetivo: apoyar a Gallardón como posible solución a la nueva crisis del PP. Además del elocuente sondeo, el diario incluye una delirante interpretación de los últimos acontecimientos en el partido de Rajoy.

El País retrata a los protagonistas de la crisis abierta en el PP de Madrid y que estalló, precisamente, desde sus páginas con la entrevista a Manuel Cobo publicada el pasado lunes. Pese a que lo lógico es deducir que la agraviada en esta historia es Esperanza Aguirre por la catarata de descalificaciones vertidas por el número dos de Gallardón, la versión de El País es justo la contraria.

La primera parte de los reportajes dedicados por El País a la situación de los populares dibuja, a su manera, la relación entre Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre. Ninguno de los dos sale bien parado. El diario, en una información firmada por Carlos Cué, define a la presidenta madrileña como "problema", "pesadilla" o "tormento" para Rajoy. "No puede con ella", afirma en el titular. Es aquí donde se lanza el rumor de que algunos en el partido optarían por montar una gestora en Madrid.

El periodista explica la distancia entre Aguirre y Rajoy por el carácter "antagónico" de ambos. "Mientras él reflexiona, ella siempre se adelanta" y "ella siempre va a su ritmo" son algunas de las frases utilizadas para describir la situación. También califica a Aguirre de "habilidosa" y "audaz". Por eliminación, el líder del PP sería todo lo contrario. Además se insinúan conspiraciones desde el entorno de Aguirre. "La mayoría la teme", dice el diario, en una visión apocalíptica de la presidenta madrileña tantas veces criticada desde las páginas del diario de Prisa.

El grueso de las críticas llega en la página siguiente, que intenta recopilar la "guerra de los seis años", como la denomina, entre la presidenta y Gallardón. El diario presenta al alcalde como una víctima de Aguirre y habla de su acceso al Gobierno de la Comunidad, a la presidencia del PP de Madrid, del "control", dicen, que ejerce sobre los medios, sus discrepancias previas al Congreso de Valencia y, claro, al espionaje falso denunciado desde El País. "Durante sus seis años de conquista ha hecho mucha sangre", se llega a decir de ella mientras se presenta al alcalde como un cándido político torpedeado por la presidenta.

Pero quizás lo más llamativo es el bondadoso retrato que se hace en el último artículo de Manuel Cobo, el otro protagonista de la historia. El portavoz de las críticas a Aguirre desde El País es presentado como "el lado salvaje de Gallardón" y se le define como su amigo más fiel, rayando en la pleitesía. Dice el diario que el alcalde vio en él, al principio de su amistad, "a un tipo audaz y con un carácter ácido y siempre corrosivo que le hacía reír". E incluye testimonios de dirigentes populares que señalan hasta qué punto estima a su jefe: "Le tiene adoración infinita", dice uno. Otro apunta que "por Alberto, se tiraría del viaducto".

Cuentan que llegó a celebrar, por amor a su trabajo, los maitines del partido en su casa por estar convaleciente. Y revelan que defendió, exaltado, a Gallardón cuando Miguel Sebastián le atacó en un debate al hablar de Montserrat Corulla. "Déjalo, Manolo, déjalo", le tuvo que decir, en plató, el alcalde.

Además de presentar esta idílica y beatífica imagen de Cobo, se cuenta lo que él piensa tras conocerse las reacciones a una entrevista que presenta muchas dudas: "Ha dicho lo que ha dicho porque no aguantaba más". Así lo explican. Habrá que ver cómo lo aclara él este cuatro de noviembre.

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