
(Libertad Digital) La información del diario El Mundo señala que el secuestro de propietario de la furgoneta ocurrió en la localidad francesa de Luz Ardiden por parte de tres etarras. Dos de ellos permanecieron en el lugar hasta después del atentado mientras el otro transportó el vehículo a Madrid en compañía de otro etarra que se habría incorporado en el camino. Ya en Madrid, se unieron a otros dos que se ocuparon de colocar la furgoneta en el aparcamiento unas 14 horas antes de la explosión.
Se informa también de que estos miembros de ETA serían legales, es decir no fichados por la Policía y que tras aparcar el vehículo, se desplazaron de regreso hacia el País Vasco. Según la investigación de las Fuerzas de Seguridad del Estado, los etarras se ocuparon de estudiar cuidadosamente el lugar del atentado con un completo trabajo de información.
Además de eso, El Mundo señala de que ETA siguió adelante con el atentado a pesar de que conocía los planes del Gobierno para realizar un acercamiento de presos, para así seguir adelante con el "proceso de paz". De hecho, el diario recuerda que el viernes, un día antes del atentado, el presidente del Gobierno apuntó de que de hacerlo, aunque subrayó que "no digo que vayamos a hacerlo", consultaría con el ersto de grupos parlamentarios.
Siguen los trabajos en la T-4 de Barajas
Los servicios de desescombro y los bomberos que operan en la zona afectada alrededor del módulo D del parking de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas continúan sus trabajos tras alcanzar el núcleo de la deflagración. Hasta el momento se han retirado unas 1.200 toneladas de escombros, en 90 camiones. El director de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, Alfonso del Alamo, informó que los bomberos que trabajan lograron llegar en la mañana del lunes a la zona en la que se supone estaba la furgoneta bomba y esperan encontrar indicios de los dos hombres desaparecidos en las próximas horas.
En declaraciones a Radio Nacional recogidas por Europa Press, el responsable de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid en la zona del atentado, Merardo Tudela, remarcó que el estado de la furgoneta-bomba y los vehículos próximos puede considerarse "casi desintegrados" y además puede haberse producido un desplazamiento por la onda expansiva del punto original en donde estaba estacionada, lo que puede complicar aún más su localización. Tudela calificó los daños de "impresionantes" ya que los cuatro forjados que componían el edificio han colapsado, a razón de 4.000 metros cuadrados por planta.

