L D (EFE)
Según un informe de la Subdirección General Operativa de la Policía española, ETA sigue manteniendo en Francia, de forma clandestina, las estructuras de sus diferentes aparatos, pero ha dejado de concentrarse en el sur del país vecino para extenderse por todo su territorio, especialmente en ciudades como Lyon, Toulouse, Burdeos y París. En el informe, al que tuvo acceso la agencia
Efe
, también se destaca que “cada vez son más frecuentes” los ciudadanos franceses que son identificados como miembros activos de ETA, y no sólo en la retaguardia logística de la banda criminal, limitándose como antes hacían a “simples labores de alojamiento y apoyo”, sino en otras tareas operativas que obligan a una mayor implicación.
De esta forma, las recientes detenciones practicadas por la Policía francesa "han evidenciado que los roles desempeñados por estos individuos son cada vez más importantes", según el informe, fechado en el mes de mayo de 2003. Hasta este momento, destaca el documento, veinte personas de nacionalidad francesa se encuentran en prisión en Francia por su presunta pertenencia a ETA, entre las que se cuentan Saroa Galarraga y Bruno Josie, detenidos en septiembre pasado junto con Ainhoa Múgica Goñi y Juan Antonio Olarra Guridi, y Thierry Idiart, arrestado este mismo mes de mayo junto con la dirigente etarra Ainhoa García Montero.
De las informaciones procedentes de los servicios policiales franceses implicados en la lucha contra ETA se desprende, según el informe, que la banda sufre actualmente una cierta "escasez" de material explosivo. Para demostrar esta afirmación, el documento subraya las operaciones realizadas en Francia contra la infraestructura de ETA, el recuento sistemático del material intervenido o explosionado procedente de los robos de Plevin (septiembre de 1999, cuando ETA robó 8 toneladas de dinamita) y Grenoble (marzo de 2001, cuando ETA sustrajo 1,6 toneladas) y el descubrimiento en la localidad gala de Riviere, en julio de 2002, de uno de los más importantes depósitos de explosivos de ETA. Por eso, las fuerzas de seguridad temen que la banda terrorista “esté planeando” llevar a cabo nuevos robos.
Según el informe, este posible interés de la organización criminal se confirma tras el intento de robo de sustancias químicas aptas para la fabricación de explosivos que ETA llevó a cabo el pasado mes de marzo en Barsac, aunque el comando no logró su objetivo al no haber en el almacén en ese momento ni polvo de zinc ni de aluminio. El documento recuerda también que Francia aprobó una partida presupuestaria para intensificar las medidas de protección y vigilancia de todas las fábricas de explosivos y polvorines existentes en ese país, aunque hasta la fecha del informe –mediados de mayo– "no se tiene conocimiento" de que dichas medidas "hayan sido aplicadas". No obstante, el Gobierno francés está preparando un decreto para reforzar las medidas de seguridad en los depósitos y en el transporte de explosivos, tras comprobar que ETA está realizando seguimientos precisos en esta materia.
El informe de los cuerpos de persecución antiterrorista menciona los “pilares básicos” de la relación entre España y Francia en este ámbito, que siguen siendo la persecución de ETA y contra el nacionalismo radical vasco. En este sentido, también destaca el "considerable aumento de las manifestaciones radicales" del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) en el sur de Francia. Las últimas han tenido como objetivo protestar contra la ilegalización de Batasuna, el reconocimiento del euskera como lengua oficial en Francia y también de la nacionalidad e identidad vasca en el país vecino. Los convocantes de estas manifestaciones fueron los colectivos “Abertzaleen Batasuna” y “Demokrazia Euskal Herriarenzat” (DEMOS). El documento destaca que también se han incrementado los incidentes de orden público en el transcurso de las vistas celebradas contra etarras ante los tribunales correccionales de Bayona y París.
En lo que va de año, han sido llevadas a cabo diferentes operaciones en suelo francés contra ETA que han supuesto la detención de una veintena de personas. Además, alrededor de cien etarras están internados en cárceles galas, veinte de ellos de nacionalidad francesa.
De esta forma, las recientes detenciones practicadas por la Policía francesa "han evidenciado que los roles desempeñados por estos individuos son cada vez más importantes", según el informe, fechado en el mes de mayo de 2003. Hasta este momento, destaca el documento, veinte personas de nacionalidad francesa se encuentran en prisión en Francia por su presunta pertenencia a ETA, entre las que se cuentan Saroa Galarraga y Bruno Josie, detenidos en septiembre pasado junto con Ainhoa Múgica Goñi y Juan Antonio Olarra Guridi, y Thierry Idiart, arrestado este mismo mes de mayo junto con la dirigente etarra Ainhoa García Montero.
De las informaciones procedentes de los servicios policiales franceses implicados en la lucha contra ETA se desprende, según el informe, que la banda sufre actualmente una cierta "escasez" de material explosivo. Para demostrar esta afirmación, el documento subraya las operaciones realizadas en Francia contra la infraestructura de ETA, el recuento sistemático del material intervenido o explosionado procedente de los robos de Plevin (septiembre de 1999, cuando ETA robó 8 toneladas de dinamita) y Grenoble (marzo de 2001, cuando ETA sustrajo 1,6 toneladas) y el descubrimiento en la localidad gala de Riviere, en julio de 2002, de uno de los más importantes depósitos de explosivos de ETA. Por eso, las fuerzas de seguridad temen que la banda terrorista “esté planeando” llevar a cabo nuevos robos.
Según el informe, este posible interés de la organización criminal se confirma tras el intento de robo de sustancias químicas aptas para la fabricación de explosivos que ETA llevó a cabo el pasado mes de marzo en Barsac, aunque el comando no logró su objetivo al no haber en el almacén en ese momento ni polvo de zinc ni de aluminio. El documento recuerda también que Francia aprobó una partida presupuestaria para intensificar las medidas de protección y vigilancia de todas las fábricas de explosivos y polvorines existentes en ese país, aunque hasta la fecha del informe –mediados de mayo– "no se tiene conocimiento" de que dichas medidas "hayan sido aplicadas". No obstante, el Gobierno francés está preparando un decreto para reforzar las medidas de seguridad en los depósitos y en el transporte de explosivos, tras comprobar que ETA está realizando seguimientos precisos en esta materia.
El informe de los cuerpos de persecución antiterrorista menciona los “pilares básicos” de la relación entre España y Francia en este ámbito, que siguen siendo la persecución de ETA y contra el nacionalismo radical vasco. En este sentido, también destaca el "considerable aumento de las manifestaciones radicales" del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) en el sur de Francia. Las últimas han tenido como objetivo protestar contra la ilegalización de Batasuna, el reconocimiento del euskera como lengua oficial en Francia y también de la nacionalidad e identidad vasca en el país vecino. Los convocantes de estas manifestaciones fueron los colectivos “Abertzaleen Batasuna” y “Demokrazia Euskal Herriarenzat” (DEMOS). El documento destaca que también se han incrementado los incidentes de orden público en el transcurso de las vistas celebradas contra etarras ante los tribunales correccionales de Bayona y París.
En lo que va de año, han sido llevadas a cabo diferentes operaciones en suelo francés contra ETA que han supuesto la detención de una veintena de personas. Además, alrededor de cien etarras están internados en cárceles galas, veinte de ellos de nacionalidad francesa.
