L D (EFE)
El presidente del Grupo Popular en el Parlamento vasco, que se trasladó este sábado a Pamplona para asistir a los funerales por los dos policías asesinados por ETA el viernes en Sangüesa, anunció que, en dos o tres meses, el proyecto del lehendakari, Juan José Ibarretxe, será votado en el Parlamento vasco con "el apoyo implícito o explícito" de la ilegalizada Batasuna y, por eso, "si el nacionalismo vasco quisiese hoy ayudar al final del terrorismo retiraría el proyecto, que viene a ser como una referencia de garantía para ETA". "Creo que no lo hará, pero me limito a decir lo que tendría que hacer un nacionalismo que hoy no cumplirá con su obligación democrática", subrayó.
Mayor Oreja quiso además apelar a la sociedad en general porque "hoy más que nunca hay que saber resistir el abatimiento y el cansancio y hacer de la tenacidad y la perseverancia las razones de ser y de estar en esta política difícil contra el terrorismo". Indicó por ello que en estos momentos "la apelación desde el PP es que se confíe en el Estado de Derecho. Confiemos en la Justicia, en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, confiemos en la colaboración con Francia porque este es el buen camino". "Nos hará sufrir todavía esta banda de terroristas –auguró Mayor Oreja–, pero es evidente que este es un camino seguro para el final del terrorismo", concluyó.
El doble discurso del nacionalismo
Este viernes, tras producirse el atentado, el nacionalismo vasco mostró de nuevo su doble discurso ante el terrorismo, rechazando las acciones de ETA mientras que dan cobertura a su brazo político e impiden desde la Cámara de Vitoria que la televisión pública vasca emita un anuncio de la Fundación de Víctimas del Terrorismo. Así, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, llegó a decir que el Ejecutivo que preside Juan José Ibarretxe "acabará, de una vez por todas" con el terrorismo de ETA, "que es el mayor mal que aqueja a la sociedad vasca". Sin embargo, no explicó cómo lo van a hacer.
Mientras tanto, Joseba Egibar, portavoz del PNV, expresó su repulsa por el atentado recordando que la banda terrorista de nuevo utiliza "su vía y estrategia violenta, de imposición". Por su parte, la máxima dirigente de Eusko Alkartasuna, Begoña Erratzi, reiteró su mensaje habitual: "El principal enemigo que tiene el pueblo vasco es ETA", dijo. Javier Madrazo, coordinador general de Izquierda Unida en el País Vasco y socio del PNV y EA en el Gobierno vasco, dijo que el atentado es "una nueva violación de los derechos humanos y de la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca, que el 25-M se pronunció a favor de la paz, la democracia y la libertad".
También habló, cómo no, el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, quien se limitó a decir que el atentado "no es una noticia agradable" e incluso se permitió el lujo de responsabilizar del mismo al Gobierno, al afirmar que estas muertes "se debían haber evitado y es posible evitarlas".
Mayor Oreja quiso además apelar a la sociedad en general porque "hoy más que nunca hay que saber resistir el abatimiento y el cansancio y hacer de la tenacidad y la perseverancia las razones de ser y de estar en esta política difícil contra el terrorismo". Indicó por ello que en estos momentos "la apelación desde el PP es que se confíe en el Estado de Derecho. Confiemos en la Justicia, en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, confiemos en la colaboración con Francia porque este es el buen camino". "Nos hará sufrir todavía esta banda de terroristas –auguró Mayor Oreja–, pero es evidente que este es un camino seguro para el final del terrorismo", concluyó.
El doble discurso del nacionalismo
Este viernes, tras producirse el atentado, el nacionalismo vasco mostró de nuevo su doble discurso ante el terrorismo, rechazando las acciones de ETA mientras que dan cobertura a su brazo político e impiden desde la Cámara de Vitoria que la televisión pública vasca emita un anuncio de la Fundación de Víctimas del Terrorismo. Así, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, llegó a decir que el Ejecutivo que preside Juan José Ibarretxe "acabará, de una vez por todas" con el terrorismo de ETA, "que es el mayor mal que aqueja a la sociedad vasca". Sin embargo, no explicó cómo lo van a hacer.
Mientras tanto, Joseba Egibar, portavoz del PNV, expresó su repulsa por el atentado recordando que la banda terrorista de nuevo utiliza "su vía y estrategia violenta, de imposición". Por su parte, la máxima dirigente de Eusko Alkartasuna, Begoña Erratzi, reiteró su mensaje habitual: "El principal enemigo que tiene el pueblo vasco es ETA", dijo. Javier Madrazo, coordinador general de Izquierda Unida en el País Vasco y socio del PNV y EA en el Gobierno vasco, dijo que el atentado es "una nueva violación de los derechos humanos y de la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca, que el 25-M se pronunció a favor de la paz, la democracia y la libertad".
También habló, cómo no, el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, quien se limitó a decir que el atentado "no es una noticia agradable" e incluso se permitió el lujo de responsabilizar del mismo al Gobierno, al afirmar que estas muertes "se debían haber evitado y es posible evitarlas".
