(Libertad Digital) En declaraciones al programa "La Mañana" de la cadena COPE, Jaime Mayor Oreja ha dejada clara la estrategia conjunta del PNV y ETA que este miércoles arrojó un desencuentro característico en este tipo de negociaciones. Un forcejeo con el que ETA adquiere el espacio de poder que ya le ha cedido desde el Pacto de Estella el nacionalismo gobernante en el País Vasco.
Según Mayor Oreja, lo sucedido este lunes en la Cámara vasca con el rechazo a los presupuestos para 2004, "además del fracaso estrepitoso del Gobierno se trata de un episodio dentro de un pulso, de un forcejeo entre ETA y el PNV. Es el preludio del reagrupamineto que prevé el Plan Ibarretxe". Pero además, hay que analizarlo dentro del contexto que ya ha fraguado, es decir, como indicó Mayor, "hay que unirlo al comunicado de ETA y a la oferta de listas conjuntas de Batasuna". Así, "tanto el fracaso de la Ley de Universidades como los presupuestos forman parte de un juego macabro que en esta ocasión les obligaba a unos y a otros decirse que no".
La hoja de ruta del nacionalismo y el poder de ETA
Según el presidente del grupo parlamentario popular vasco, en este escenario "no se deja nada a la improvisación, hay una hoja de ruta del nacionalismo, que es el plan Ibarretxe, y que está trazada hace mucho tiempo pero a veces hay contratiempos para ellos porque Batsuna y ETA son negociadores implacables". En este sentido, recordó su tan criticado análisis de las herencias radicales, de nuevo demostrado, y añadió que "Batasuna ha heredado la cultura del maltrato con la que el PNV ha obsequiado siempre a los españoles para entendernos. El mejor ejemplo es que si ERC maltrata a CiU, imagínese de qué manera el mundo de Batasuna va a ser implacable respecto al PNV".
Y, ante este panorama, según Mayor, "el Partido Socialista quiere adaptar esa hoja de ruta del nacionalismo y la prueba es que tiene un plan hermano" que es el pactado por Maragall con ERC. Además, recordó, "con la proximidad de las elecciones generales el PNV busca que el PP no tenga la mayoría". En resumen, lamentó Jaime Mayor Oreja, "estamos viviendo una situación grave y hacemos mal en no darle importancia que se merece".
La teoría del desempate y el cambio en el País Vasco
En su análisis, Mayor Oreja interpretó que "los nacionalismos han creído que la transición fue un empate con España, que la Constitución y los Estatutos fueron un empate con España, pero creen que ese empate era provisional, no como otros que hemos pensado siempre que era un empate definitivo y permanente". El verdadero problema llega, explicó cuando "en estos momentos ellos (los nacionalistas) están buscando el desempate".
De nuevo, la única salida posible es convertir la Constitución en la alternativa. Para Mayor Oreja, "el cambio en el País Vasco es necesario. Cuando el nacionalismo se desboca la única solución es ganar unas elecciones". Y, de nuevo, el papel del PSOE retrasa y lastra ese nuevo escenario que a punto estuvo de fraguar en las elecciones de 2001, momentos antes de la liquidación política de Nicolás Redondo Terreros desde su propio partido. Para Mayor Oreja, "es evidente que el PSOE está en una deriva". Por ello, "los movimientos sociales cuando son auténticos, y fruto de una necesidad, al final se imponen y se deben ganar las elecciones con el PP y, a lo mejor, con otras muchas personas que no son del PSOE pero que se pongan de acuerdo en dar respuesta a esa demanda social". En definitiva, añadió el líder del PP vasco "se deben y se pueden ganar las próximas elecciones en el País vasco porque todo lo que va a hacer el PNV y el PNV y el mundo de Batasuna va a demostrar la necesidad del cambio. La demanda es necesaria con o sin el PSOE".
Concluyó Oreja insistiendo en que "el Plan Ibarretxe es una síntesis entre la mentira del PNV y el crimen de ETA, la culminación de lo que significó el acuerdo de Estella". Y dentro del escenario más inmediato "habrá dos fases, una primera que significa las listas conjuntas y otra de reparto del poder político y de las consejerías entre ETA y el PNV".