El centro político frente a las viejas recetas. El PP del País Vasco, con el incondicional respaldo de Mariano Rajoy, ha escenificado este sábado en San Sebastián el nuevo rumbo surgido con la llegada de Antonio Basagoiti a la presidencia del partido tras la traumática salida de María San Gil. Sin Basagoiti comandándoles, han reiterado con insistencia, habría sido imposible un gobierno constitucionalista.
“El centro es nuestro y nos ha hecho fuertes”, ha asegurado Basagoiti, quien no ha citado en ningún momento a su antecesora. En opinión del líder de los populares vascos, el cambio en la comunidad sólo ha sido posible gracias “a la determinación” de su partido, y ha hecho un símil gastronómico al afirmar que estamos en el primer plato de esta nueva etapa, pero que todavía falta un segundo “para demostrar que el menú completo va a ser bueno y que vamos a ser capaces de satisfacer los paladares más exigentes”.
Basagoiti, que ha elogiado la “sensatez” y “voluntad de entendimiento” de la formación que él dirige, se ha definido como “garantía del cambio” y ha asegurado que luchará para que no regresen “los planes de ruptura, de división y de bronca con todo el mundo”, en referencia al Partido Nacionalista Vasco.
"No vendemos viejas recetas, miramos al futuro"
Antes de él ha tomado la palabra la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, para elogiar el cambio político en el Gobierno vasco, y de paso marcar distancias con el anterior PP, dirigido por San Gil. Quiroga ha destacado que ya no venden “viejas recetas” sino que miran “hacia el futuro” y ha agradecido el apoyo de los militantes y simpatizantes, “porque si no hoy no podríamos celebrar el cambio”.
“Hemos hecho las cosas razonablemente bien, teníamos y gran reto por delante y la clave del éxito es que fuimos capaces de hacer equipo. Todos remábamos en la misma dirección porque todos sabíamos que nos jugábamos muchos”, ha defendido la dirigente popular, que ha escenificado a las claras el antes y el después del PP vasco, cuyo capitán cambiaba hace ahora dos años tras el viraje ideológico de Mariano Rajoy previo al Congreso de Valencia.
El presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper, insistía en esta teoría y hablaba de un partido “renovado, que evolucionaba con la sociedad” y que ha conseguido “otra forma de hacer política en Euskadi”.
“Antonio -en referencia a Basagoiti-, tú lo has tenido difícil, pero es un gusto trabajar con alguien que siempre sonríe, que no pone mala clara, que habla sin pelos en la lengua… gracias a eso antes no se ponían al teléfono y ahora nos llaman, y nos llaman a la puerta”, ha resaltado Sémper, recibiendo el aplauso de los más quinientos asistentes en el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián.
Rajoy: "La palabra dada tiene un valor"
A todos ellos Mariano Rajoy les ha agradecido que “desde el año pasado se haya producido un incremento muy importante en la afiliación”. Ésto responde, en opinión del líder de la oposición, a que “las cosas están cambiando, las cosas van bien en nuestro partido” y el PP “será el revulsivo que necesita la política vasca y se ocupará de las prioridades reales de los ciudadanos”.
Rajoy ha destacado, además, que “la palabra dada tiene un valor” y el PP vasco lo ha demostrado con creces apoyando la investidura de Patxi López y “garantizado la estabilidad del Gobierno”. Un pacto de estabilidad que dista mucho del que ahora propone José Luis Rodríguez Zapatero para salir de la crisis, y que tacha de “chapuza” por no responder a los verdaderos problemas de los españoles.
La política pop, otra vez en escena
Un acto de reafirmación que ha estado aderezado con la denominada política pop creada por el secretario general de los populares vascos, Iñaki Oyarzábal. La cantante Vega ha amenizado el turno de discursos ante un público entregado, que ha recibido a Rajoy al grito de “oa oa oa Mariano a La Moncloa”. Además, canciones actuales han servido de presentación de los oradores.
Terminado un acto, un sms circulaba entre los dirigentes populares: “El PSOE andaluz ameniza con Maria Antonia Iglesias y el PP vasco con Vega. Viva la diferencia”.