L D (EFE) La Presidencia del Gobierno Vasco dio a conocer este domingo los resultados de un sondeo sobre la pacificación y el "proceso de normalización política" (así llaman a la negociación con ETA), realizada entre el 26 de septiembre y el 11 de octubre a través de entrevistas individuales mediante cuestionario a 614 personas en Alava, 1.266 en Vizcaya y 986 en Guipúzcoa. En la encuesta, elaborada por el Gabinete de Prospecciones Sociológicas del Ejecutivo autonómico, la mayoría de la sociedad vasca (78%) tiene esperanza de que en los próximos años se consolide la paz en el País Vasco, frente al 90% que opinaba así en abril de este año, tras el anuncio del alto el fuego permanente de ETA.
El 43% muestra su ilusión por el proceso de paz, mientras que el 35% dice estar preocupado, el 13% desilusionado y el 5% tiene una sensación de miedo. La gran mayoría de la ciudadanía (88%) afirma que para que el proceso de normalización política tenga éxito es necesario que todos los partidos participen en él y el 86% cree que hay que hablar de todo sin límites previos, incluido el marco político vasco. El acuerdo sobre esta opinión apenas ha variado respecto a 1999, cuando estaba vigente la anterior tregua de ETA.
Además, un 86% señala que la clave de la normalización reside en el respeto de todas las partes a la voluntad mayoritaria de los vascos. Casi tres cuartas partes de los vascos (73%) dicen que para avanzar en la normalización política es necesaria la creación de una mesa de partidos, y uno de cada diez ciudadanos (9%) no lo considera necesario. Además, siete de cada diez ciudadanos (70%) señala que los ciudadanos también deben participar en ese proceso de normalización y para el 69% el cauce para ello es una consulta ciudadana. Los principales obstáculos para los que hablan de un estancamiento (58%) o de un retroceso (9%) son que el Gobierno no está dando pasos para mejorar la situación de los presos (39%), que Batasuna no condene la violencia (35%), los actos de kale borroka (32%) y las presiones del PP para que no se abra un diálogo con ETA (29%).
En la pregunta sobre las medidas que más ayudarían al proceso de paz, el 43% apuesta por el acercamiento de presos a cárceles vascas; el 41% que Batasuna condene la violencia; el 27% que cese la kale borroka; y el 17% que se legalice a Batasuna para que se pueda presentar a las elecciones. El sondeo también interpela sobre la valoración de la actuación del Gobierno español hasta ahora en el proceso y un 30% la considera muy bien o bien, un 37% ni bien ni mal y un 26% mal o muy mal. En el caso del Gobierno Vasco, el 39% opina que su actuación en relación al proceso es positiva, otro 39% dice que ni bien ni mal y un 15% apunta que es negativa. A la pregunta de si en el País Vasco existe un problema político más allá de la violencia, la mayoría, un 74%, asegura que es así frente al 15% que responde negativamente.
Tres cuartas partes de la ciudadanía (74%) indican que desde que ETA declaró la tregua hay menos tensión en la sociedad vasca (en mayo de 1999 este porcentaje fue del 72%), y la inmensa mayoría, el 90%, dice que el enfrentamiento entre partidos políticos perjudica la negociación con ETA. Los encuestados también se pronuncian sobre los asuntos que se deberían abordar para lograr la "normalización política" y el 92% defiende que la defensa de las libertades y de los derechos humanos es un tema básico. El 83% opina que hay que hablar sobre la forma de relación entre el País Vasco y el Estado español.
Asimismo, un 67% asegura que hay que tratar el reconocimiento del derecho de autodeterminación, frente a un 17% que dice que no, y un 64% pide que dentro del proceso se aborden las relaciones de la comunidad autónoma vasca con la comunidad de Navarra y con el País vasco francés, mientras que un 19% se opone a ello.
El 43% muestra su ilusión por el proceso de paz, mientras que el 35% dice estar preocupado, el 13% desilusionado y el 5% tiene una sensación de miedo. La gran mayoría de la ciudadanía (88%) afirma que para que el proceso de normalización política tenga éxito es necesario que todos los partidos participen en él y el 86% cree que hay que hablar de todo sin límites previos, incluido el marco político vasco. El acuerdo sobre esta opinión apenas ha variado respecto a 1999, cuando estaba vigente la anterior tregua de ETA.
Además, un 86% señala que la clave de la normalización reside en el respeto de todas las partes a la voluntad mayoritaria de los vascos. Casi tres cuartas partes de los vascos (73%) dicen que para avanzar en la normalización política es necesaria la creación de una mesa de partidos, y uno de cada diez ciudadanos (9%) no lo considera necesario. Además, siete de cada diez ciudadanos (70%) señala que los ciudadanos también deben participar en ese proceso de normalización y para el 69% el cauce para ello es una consulta ciudadana. Los principales obstáculos para los que hablan de un estancamiento (58%) o de un retroceso (9%) son que el Gobierno no está dando pasos para mejorar la situación de los presos (39%), que Batasuna no condene la violencia (35%), los actos de kale borroka (32%) y las presiones del PP para que no se abra un diálogo con ETA (29%).
En la pregunta sobre las medidas que más ayudarían al proceso de paz, el 43% apuesta por el acercamiento de presos a cárceles vascas; el 41% que Batasuna condene la violencia; el 27% que cese la kale borroka; y el 17% que se legalice a Batasuna para que se pueda presentar a las elecciones. El sondeo también interpela sobre la valoración de la actuación del Gobierno español hasta ahora en el proceso y un 30% la considera muy bien o bien, un 37% ni bien ni mal y un 26% mal o muy mal. En el caso del Gobierno Vasco, el 39% opina que su actuación en relación al proceso es positiva, otro 39% dice que ni bien ni mal y un 15% apunta que es negativa. A la pregunta de si en el País Vasco existe un problema político más allá de la violencia, la mayoría, un 74%, asegura que es así frente al 15% que responde negativamente.
Tres cuartas partes de la ciudadanía (74%) indican que desde que ETA declaró la tregua hay menos tensión en la sociedad vasca (en mayo de 1999 este porcentaje fue del 72%), y la inmensa mayoría, el 90%, dice que el enfrentamiento entre partidos políticos perjudica la negociación con ETA. Los encuestados también se pronuncian sobre los asuntos que se deberían abordar para lograr la "normalización política" y el 92% defiende que la defensa de las libertades y de los derechos humanos es un tema básico. El 83% opina que hay que hablar sobre la forma de relación entre el País Vasco y el Estado español.
Asimismo, un 67% asegura que hay que tratar el reconocimiento del derecho de autodeterminación, frente a un 17% que dice que no, y un 64% pide que dentro del proceso se aborden las relaciones de la comunidad autónoma vasca con la comunidad de Navarra y con el País vasco francés, mientras que un 19% se opone a ello.