L D (Agencias) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recorrió a pie a las 9.30 horas los apenas 100 escasos metros que separan el Parador de Ceuta del Palacio de la Asamblea, donde se reunió con el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas. Hubo a su llegada mucha menos expectación que el martes, aunque no faltaron curiosos en los balcones de la Plaza de África. El jefe del Ejecutivo, que no hizo ninguna referencia a la reacción de Marruecos ante la visita oficial que realizó el martes a Melilla y este miércoles a Ceuta, reiteró su compromiso con esta Ciudad Autónoma y con la gestión ordenada y legal de la inmigración.
Un día después de que el portavoz del Ejecutivo marroquí, Nabil Benabdela, tras la primera jornada del presidente en Melilla, calificara la visita de inoportuna y remarcara la marroquinidad de las ciudades autónomas y las tachara de "presidios", Zapatero manifestó su "gran satisfacción" por estar en Ceuta, pero no dio respuesta a los insultos de Rabat. Recordó que comprometió su visita en el Senado y que dijo que vendría en enero.
Sobre su viaje a Ceuta, Zapatero declaró: "Lo hago porque sé que era esperado y deseado por los ciudadanos de Ceuta y porque considero que es un deber del Gobierno, que todos los españoles tengan el mismo trato y consideración y sientan cercano a su Gobierno". "En Ceuta conviven culturas, religiones –continuó el presidente del Gobierno. Todos ellos tienen los mismos derechos y tienen que hacer el mismo esfuerzo de compromiso en la convivencia, han de ser contemplados e instados desde todos los gobiernos con la mirada amplia que representa una visión democrática, integradora, humanista de la convivencia".
"La convivencia es el respeto, la democracia es la tolerancia, la igualdad, el único camino que hace a los hombres libres y tener un horizonte digno de bienestar", resaltó. "Hagámoslo en Ceuta, conjuntamente, porque ese es el país que desean la inmensa mayoría de los españoles y sin duda es el futuro al que el conjunto de la humanidad está destinado, al entendimiento, al respeto, a la tolerancia, al diálogo, piense cada uno lo que piense, sienta cada uno lo que sienta", reclamó. Zapatero deseó que esta visita, que "algunos han calificado de histórica, pueda también ser una pequeñísima contribución al entendimiento y a la convivencia". El presidente aprovechó el viaje para anunciar que el Gobierno acometerá un nuevo enlace viario de calidad y "seguro entre el puerto y las "fronteras con Marruecos". El proyecto estará en 2006 para comenzar las actuaciones en 2007.
En respuesta al discurso de Zapatero, desde el PP se ha vuelto a insistir en la necesidad de que el presidente haga "una declaración clara y expresa" sobre "la españolidad" de Ceuta y Melilla aprovechando su presencia allí. Eduardo Zaplana lamentó, en declaraciones a TVE, que Zapatero "lo ha vuelto a estropear (...) con ese querer hacer todo a la vez y contentar a todo el mundo". Para Zaplana, es "obvio" que un presidente del Gobierno se refiera a esta cuestión en una visita oficial y afirmó que desde su partido hubieran "aplaudido sin ningún tipo de duda" a Zapatero si así lo hubiera hecho.