Empezó siendo una filtración, sin duda interesada. Un periódico habló de la improbable fusión de las dos supergrandes eléctricas, Endesa e Iberdrola. Poco a poco, la especie ha crecido, se ha desarrollado, y ya está en manos de las autoridades competentes, -Gobierno y Comisión nacional del mercado de valores- este producto de algún gran estratega empeñado en conseguir dimensiones europeas, internacionales, mundiales, para una gran eléctrica española. Dimensiones suficientes como para no ser devorada, cualquier tarde, por la estatal francesa EDF o por la alemana, o por alguna yanqui... Pero, claro, hay un precedente que tener muy en cuenta: Si, todavía hace pocos meses, el gobierno hizo imposible la fusión de la tercera y la cuarta eléctricas, Fenosa e Hidrocantábrico, es previsible que ese mismo gobierno exija condiciones severas –desinversiones, reducción de los mercados nacionales a atender- a los “novios” de ahora. De ahí que ya empiecen, primero, a dar el correspondiente paso atrás para tomar el debido impulso. Ya nos anuncian que centran su actividad nacional en sólo cuatro mercados, abandonando Madrid. ¿No resultarán convincentes con este resignado retroceso con el que pretenden dar el gran salto adelante?
Endesa e iberdrola. Paso atrás para el gran salto
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