En casi todo el mundo se prepara el primer censo de población del siglo XXI, según el cómputo occidental. En España también. Contamos con el fracaso del censo anterior. Durante los años ochenta se propagó la especie de que las preguntas del censo atentaban contra la intimidad. No es así, pero el clima de opinión funcionó. El censo de 1991 contiene numerosas lagunas. Calculo que se abstuvieron de contestarlo un millón de residentes. Ahora el peligro es la infrarrepresentación de los inmigrantes ilegales. Con un censo defectuoso luego viene la infradotación de servicios públicos. Por lo menos sepamos cuántos somos.
El censo de 2001
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