La Asamblea que celebró el domingo el Real Madrid sirvió para que Florentino Pérez se diera su primer baño popular; F.P. se paseó ante unos socios previamente anestesiados a base de kilos y kilos de información macroeconómica. El acabáramos presidencial fue el nombramiento -justo- de Alfredo di Stéfano como presidente de honor del club (sólo un voto en contra, al parecer el de una socia que desconoce la historia del equipo al que pertenece).
F.P. cortó las dos orejas y el rabo tras recibir a "portagayola" a una oposición que llegó derretida de antemano. Se produjeron las típicas anécdotas (un socio equivocó la deuda merengue situándola en veintinueve mil pesetas), y poco más. Pero hubo un dato que me despertó del letargo: la intervención del anterior vicepresidente, Juan Onieva.
Onieva suele ser brillante en la exposición, y aprovecha el desconocimiento popular, el despiste del vulgo, para conducir al personal por donde a él le da la real gana; su intervención en la asamblea no fue una excepción: correcto, educado, sin despeinarse, sin arrugar el inmaculado traje. Onieva debía haberse dedicado a la política, pero eligió el fútbol.
La circunstancia que me agitó en el asiento, como si fuera una coctelera, fue el hecho de la intervención en sí. Todo el mundo esperaba un cuerpo a cuerpo entre F.P. y el anterior presidente, Lorenzo Sanz, presente además en dicha asamblea. Sin embargo el "ex" se limitó a levantar y bajar la mano, y observar en silencio la intervención de su antigua mano derecha... Aunque quedan todavía cuatro años por delante, tengo la impresión de que este domingo Juan Onieva presentó su candidatura formal para las elecciones del 2004; no es ningún "tapado", porque siempre ha estado dando la cara, pero Onieva no hace nada sin haber calculado previamente sus consecuencias. De hecho (según me cuentan) se está postulando también para presidir la Liga de Fútbol Profesional, y de ahí... ¿Quién sabe?
El único problema que tiene Onieva es que no es demasiado popular de cara a la masa social, pero F.P. tampoco lo es y ganó las elecciones. Quien sabe si el domingo, entre tanto sopor presupuestario, nació un candidato para el 2004.
Candidato para el 2004
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