Estoy, como Teseo, esperando a la Ariadna que me saque del laberinto del Real Madrid-Barcelona, pero no tengo ni el hilo ni la brújula necesarios. Llevo desde el pasado viernes hablando del "pre" y del "post" partido, y pido perdón por si el tema acabara siendo aburrido pero es que, insisto, no sé ni cómo ni por dónde salir. Había visto un vano por el que colarme, un resquicio en plena marabunta, pero entre el "loco del Bernabéu, edición siglo XXI" y la prensa deportiva catalana me lo acaban de cerrar en las narices. ¿Cómo escaparé de este partido? ¿Volveré a escribir sobre otro asunto o me quedaré encerrado con Losantos Omar y el Minotauro durante toda mi vida? Lo veremos.
El Real Madrid ha pillado in fraganti al agresor de Reina. Tiene 49 años, casado y sin hijos; de lunes a sábado es aparentemente normal, pero el domingo se transforma. Él mismo no se reconoce en las imágenes televisivas, aunque tiene el descaro de decir que se le cayó la mano sobre el portero del Barcelona. Casi con toda probabilidad la junta directiva del Madrid le expulsará este miércoles, porque este hombre dilapidó en décimas de segundo la nueva imagen “merengue” que trata de construir Florentino Pérez. El fútbol, al revés que la música, no amansa a las fieras sino que las arrebata; lo que me conduce directamente hacia el papel que está jugando la prensa deportiva (la catalana) en esta demencial historia.
"El equipo del Gobierno", recoge un conocido diario de la Ciudad Condal. Ese titular es una ofensa a la inteligencia del lector; el Real Madrid ha ganado títulos con la UCD de Suárez, el PSOE de González y, ahora, con el PP de Aznar. Sería en cualquier caso el "equipo de todos los Gobiernos", y también de la Unión Europea puesto que es el vigente campeón de la Champions. Si existiera un contubernio merengue mundial, sería imposible que el Real Madrid hubiera perdido dos Ligas en Tenerife, con arbitrajes calamitosos que beneficiaron indirectamente al Fútbol Club Barcelona.
Los titulares de la prensa catalana –"Robo", "El robo del siglo", "El equipo del Gobierno", "Ni una roja"...– vuelven a conducirme al violento que golpeó al joven Reina. ¿Qué influencia pueden tener titulares como esos en una mente débil? Acabo de ver en televisión a un árbitro con un collarín; le agredieron hace diez días, y ahora le amenazan por teléfono gritándole que van a matar a su mujer y a su hija. Sólo quiero preguntar una cosa: ¿Titulares como los anteriores fomentan actitudes violentas? Respondan ustedes. Y que alguien me saque del laberinto.

El laberinto
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