De repente, lo que parecía una histeria colectiva, se desinfla. Era el terror de los animales enfermos por varias plagas. No se ha descubierto ninguna vacuna, ningún fármaco eficaz. Sin embargo, las vacas locas o los animales modorros han dejado de excitar la atención pública. Desde luego, es un hecho que en España no ha enfermado ninguna persona. Entonces, ¿a qué vino tanta algarabía? Misterio. Por lo menos sabemos que Europa no levantará cabeza mientras sigamos subvencionando con tanta alegría el territorio FAO. Es decir, agricultura, ganadería, pesca y alimentación. Observen que ahí está la clave de la pertinaz inflación.
La histeria colectiva se desinfla
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