Menú
Maite Cunchillos

Ilegalización de EH: de rumor a noticia

Hace aproximadamente un mes sentí ser una periodista afortunada. Estaba sobre la pista de una importante noticia: desde el País Vasco me habían susurrado al oído que Garzón pensaba ilegalizar EH. Sin duda, sería una portada que sólo disfrutaría la periodista que escribe estas líneas.

Cuál fue mi sorpresa cuando pocos días después de aquel “magnifico y exclusivo chivatazo” presencié cómo otros compañeros de Tribunales de la Audiencia Nacional formulaban preguntas sospechosamente parecidas a las que yo me había planteado: ¿Cuándo entra de guardia Garzón? –preguntó un colega de un periódico. Me han contado que prepara una gorda contra EH –añadió otro redactor.

Desde aquel momento, decidí girar mi olfato: dejé de oler el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional y orienté mi nariz hacia la procedencia de ese rumor: enseguida confirmé que un candidato en las listas del PNV –hasta hace poco vocal del CGPJ– comentaba en distintos foros la posibilidad de ilegalizar EH.

La ETB muy pronto se hizo eco también de aquel runrún: no dudó en realizar un debate sobre los pros y los contras de una noticia inexistente. Mayor Oreja también aportó su granito de arena: en una entrevista concedida a la revista "Tiempo", el candidato a lehendakari no descartó la posibilidad de ilegalizar EH.

El rumor, como la pólvora, también llegó al Congreso de los Diputados. A un sagaz dirigente de IU, con nombre de Rey Mago y no es Baltasar, le habían revelado que Garzón había cambiado su semana de guardia para ilegalizar EH en Semana Santa. Este dirigente de IU lo susurraba a gritos por las esquinas del Congreso.

Mientras todo el mundo se preocupaba de contar su secreto al vecino, nadie se ocupó de enterarse sobre cómo funcionan las guardias en la Audiencia Nacional. Tampoco nadie confirmó públicamente que Garzón, como juez de instrucción, no puede ilegalizar un partido político. Sí podría suspender sus actividades si se demostrase que los fines de EH son tan ilícitos como los de ETA. Tampoco nos hemos preguntado quién gana con este rumor que ya se ha elevado a la categoría de noticia.

Esta historia me ha hecho recordar mis apuntes universitarios: la propaganda persigue unos fines determinados; la información, no. Se supone.


En España

    0
    comentarios