La revista Interviú está haciendo su agosto en agosto con la publicación cada dos o tres semanas de reportajes fotográficos en los que las concursantes de la segunda edición de "Gran Hermano" enseñan generosamente sus pectorales en playas, charcas y piscinas. Después de varios meses en régimen de clausura, las hermanas se han despojado de sus hábitos para demostrar que son de carne prieta y hueso bien configurado, pero también para seguir manteniendo la aureola de la fama y recibir unas limosnas por sus pactados descuidos playeros.
La primera en ser pillada por los fotógrafos con los pectorales al aire fue Marta, también llamada "la pija", por su afición a la ropa de marca, los coches deportivos, los perfumes caros y los clubes hípicos. Pese a ser una nostálgica del Ancienne Regime, Marta no ha tenido inconveniente en airear sus encantos sin la conveniente protección de la parte superior del bikini. Es una chica moderna y con olfato para los negocios que no teme exponer sus glándulas mamarias a los abrasadores rayos del sol. Tampoco Mari ha tenido miedo a la insolación. La "maruja" de "Gran Hermano" ha confirmado que sus suculentos guisos le han servido para mantener una anatomía saludable y una poderosa delantera que hace honor a su comentado instinto maternal.
La última en aparecer tomando el sol en una playa en top-less ha sido Eva, la joven madre soltera que destacó en el concurso por su boda sin papeles con Emilio y sus alegatos feministas. En compañía de su inseparable y desaliñado esposo, Eva ha sido pillada con teleobjetivo bronceándose alegremente en las cálidas arenas de Mallorca. A pesar de la escasa calidad de las fotos, que deberían desmentir cualquier supuesto apaño, la "progre" de la gran hermandad nos corrobora que sus convicciones feministas no están reñidas con sus encantos femeninos. Sin duda, Eva es la que luce una figura más espléndida de las tres hermanas que se han despojado de sus hábitos hasta ahora.
Y decimos hasta ahora, porque no sería de extrañar que en las próximas semanas Interviú publique las fotos de desnudos furtivos de Karola (de quien conocemos bien sus despechos, pero no sus pechos) y la hermosa pero insulsa Sabrina, la discreta ganadora del concurso. Quedará por ver si la revista también se atreve a publicar las instantáneas de los concursantes varones sin sotana ni sandalias. Los desnudos del varonil Kaiet, el tierno Angel, el borbónico Alonso o el asilvestrado Fran podrían alegrar la vista de las lectoras, pero no sólo de ellas. En todo caso, esperemos que el atrevimiento de la revista, en su afán de rentabilizar al máximo el recuerdo del programa, no le lleve a publicar un reportaje fotográfico de Mercedes Milá practicando el naturismo en alguna cala mallorquina. A su edad, la abadesa del convento tan sólo puede confirmarnos la corrupción de la carne y las inexorables leyes de la gravedad.
Eva al desnudo
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